Sus facultativos se han dado de baja o han renunciado a su puesto tras la reincorporación del jefe del servicio, Pedro de la Oliva, acusado de acoso laboral por parte de la plantilla, lo que ha supuesto la paralización de la Unidad y el traslado de los niños a otras dependencias hospitalarias.

Las entidades de pacientes pediátricos manifestaron su “preocupación” por el cierre técnico de dicha Unidad de Cuidados Intensivos, que calificaron como un “servicio de excelencia y referente nacional” en la atención de diferentes patologías complejas de los menores.

Las instituciones denunciantes son la Asociación Madrileña Para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer-Madrid); la Asociación de padres y amigos de cardiopatías congénitas (Apaci); la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (Asion); la Asociación Española de Ayuda a Niños con Enfermedades Hepáticas y Trasplantados Hepáticos (Asociación HePA); la Fundación Menudos Corazones, que apoya a niños con cardiopatías congénitas; la Asociación Española de Afectados de Fallo Intestinal y Trasplante (NUPA); y la Asociación de Padres de Niños Prematuros (Aprem).

“Un centro hospitalario de la magnitud y prestigio del Hospital La Paz, que soporta el 30% de las camas de pacientes pediátricos en estado crítico de toda la Comunidad de Madrid, debe de contar con un servicio tan esencial como es la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos”, denunciaron las asociaciones de pacientes.

Por ello, exigieron nuevamente la “inmediata apertura” de la UCI Pediátrica La Paz de Madrid en otro comunicado, que se suma al que ya emitieron el pasado 18 de enero. Desde las entidades instaron a que esta situación "sea solventada urgentemente, sin valorar responsabilidades de esta situación" para garantizar que los niños puedan recibir la mejor atención, además de preservar "el derecho fundamental de los menores”.