Salud

Aspace denuncia que Sanidad deniega sillas de ruedas eléctricas a personas con parálisis cerebral no autónomas

MADRID
SERVIMEDIA

El Sistema Nacional de Salud niega el acceso a una silla de ruedas eléctrica a personas con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo “por su propia condición de pluridiscapacidad", según denunció este miércoles Confederación Aspace (Asociaciones de Personas con Parálisis cerebral).

En nota de prensa, explicó que la previsión normativa del Sistema Nacional de Salud exige el manejo autónomo de la silla, algo que “choca con la realidad de las personas con parálisis cerebral, que en un 80% de los casos tienen grandes necesidades de apoyo y precisan de la asistencia de otra persona las 24 horas del día durante los 365 días del año”.

En opinión de Aspace, esta norma “resulta discriminatoria para personas con parálisis cerebral, ya que impide la subvención de un producto básico para su vida y para su participación social en condiciones de igualdad”. Debido a esta exclusión, las familias han de costearse este recurso, cuyo precio alcanza los 6.000 euros. A ellos hay que sumar las reparaciones futuras de las sillas, que oscilan entre los 1.000 y los 2.000 euros.

IMPACTO DE GÉNERO

En caso de no poder afrontar este coste, las familias adquieren una silla manual manejada por la principal persona cuidadora -la madre en el 75,5% de las veces-. Estas mujeres renuncian a su carrera profesional, apuntó Aspace, y ven mermada su salud por el manejo de la silla sin un motor que reduzca su carga física.

Las madres de personas con parálisis cerebral precisan de tratamientos para el dolor e intervenciones quirúrgicas a causa de esta sobrecarga física, que acelera el proceso de envejecimiento y repercute en sus propios hijos e hijas con parálisis cerebral.

La presidenta de Aspace, Manuela Muro, “pidió que se reconozca "la especificidad de esta pluridiscapacidad y las sobrecargas que viven las familias”. “Conceder estas sillas a personas con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo les permitirá superar barreras de movilidad, posibilitará su autonomía y aliviará el impacto sanitario y económico de las familias, en particular de las madres cuidadoras”, aseguró.

Las sillas de ruedas eléctricas se deniegan incluso contando con prescripción de medicina rehabilitadora y con un informe favorable de trabajo social respecto a la situación familiar, agregó la confederación.

A su juicio, “la denegación de las sillas de ruedas eléctricas vulnera el derecho a la movilidad personal de quienes tienen grandes necesidades de apoyo".

Según el estudio elaborado por Confederación Aspace 'Percepción social de la discriminación en personas con parálisis cerebral', el 39,4% de los hombres con parálisis cerebral no ha podido ejercer su derecho a la movilidad personal, tasa que asciende al 60,6% entre las mujeres.

El Movimiento Aspace ha puesto en marcha una campaña de sensibilización que lleva por título 'La Rampa más llana del mundo', dirigida a visibilizar esta situación. A través de dicha iniciativa, Aspace anima a la sociedad a apoyar esta reivindicación con su firma en la web 'www.aspace.org/larampamasllana'.

(SERVIMEDIA)
22 Mar 2023
AGQ/pai