Astarloa defendió la "importancia" y "seriedad" de la operación realizada en Barcelona el pasado 24 deenero, que concluyó con la detención de cuatro presuntos colaboradores de Al Qaeda, que finalmente quedaron en libertad por orden de la Audiencia Nacional, por falta de pruebas.

Explicó que las detenciones fueron ordenadas por el juez de instrucción número uno de la Audiencia Nacional, en respuesta a una comisión rogatoria cursada por un magistrado francés, y defendió la culminación de las pesquisas policiales, con independencia de la decisión que después tomen los jueces.

La Audiencia Nacional dcidió que las sustancias incautadas a los presuntos terroristas no demostraban que estuvieran incursos en actuaciones ilegales.

COCTELES MOLOTOV

A este respecto, Astarloa indicó que "la complejidad de la persecución de este terrorismo" hace que "cosas que nos parecen evidentes en otras actuaciones no nos parecen naturales, e incluso nos parecen hasta chistosas, en otras actuaciones".

Recordó que uno de los problemas que tuvo que afrontar al llegar a Interior era que "si un señor llevaba una botlla de gasolina en un bolsillo, la mecha en el otro y el resto de los componentes (de un coctel molotov) en el bolsillo del pantalón, los jueces no podían condenar las acciones de terrorismo urbano que cometiese ese señor, salvo que alguien le cogiese cuando lo tenía todo montado y estuviera a 15 segundos de tirárselo a alguien a la cabeza".

Siguiendo este razonamiento, y refiriéndose al caso de los presuntos miembros de Al Qaeda detenidos en Cataluña, indicó que "el líquido inflamable hallado en el bdón y el encontrado en la botella, que es viscoso, podrían ser (mezclados) un producto conocido como napalm casero, sustancia abrasiva que se usa como un componente más de explosivos".

El responsables de Seguridad recordó, asimismo, que la imposibilidad de proceder contra los acusados de "kale borroka" se corrigió, con el acuerdo mayoritario del Congreso, reformando el Código Penal en ese punto.

En el terreno político, Astarloa tuvo que oir las críticas del portavoz socialista, Jordi Pedret, quie le acusó de hacer un "uso político" de esta operación, hasta el punto de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, lo empleó como "cuarto argumento para justificar la invasión de Iraq".

"COMANDO DIXAN"

Pedret se refirió con sorna a la detención de los presuntos terroristas islámicos, a quienes llamó "Comando Dixan", puesto que tras los primeros análisis policiales se descubrió que la sustancia que les fue requisadas era simple detergente.

Astarloa rechazó de plano que la detención de eas cuatro personas fuera utilizada por el Gobierno para justificar sus decisiones respecto a la guerra en Iraq.

Por su parte, el portavoz de CiU, Jordi Jané, criticó la "magnificación" de la operación por parte de Interior y opinó que no se cumplieron las reglas básicas del respeto a la presunción de inocencia.

Por parte del PP, Ignacio Gil Lázaro destacó la importancia de la operación, fruto de la colaboración internacional contra el terrorismo islámico, y criticó que se "frivolice" con la actuaión policial.