Así lo puso de manifiesto Ferrero durante la presentación del Observatorio trimestral del mercado de trabajo, elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y BBVA Research.

“Deberíamos empezar a estudiar esto”, apuntó Ferrero, quien sostuvo que “no es lo mismo” subir el SMI en zonas como Madrid o Extremadura o en una multinacional o en un pequeño bar. Ferrero explicó también que en algunos países, por ejemplo, el SMI es distinto en función de la cualificación de los trabajadores .

En este sentido, la vicepresidenta de ATA incidió en que tampoco “es lo mismo” subir el SMI en sectores con dificultad para cubrir vacantes o en el ámbito de las nuevas tecnologías que en la hostelería.

Ferrero, que recordó que la decisión última sobre el SMI es del Gobierno, subrayó que en los últimos años este indicador ha crecido casi un 40%. A su juicio, elevarlo nuevamente en cantidades importantes en el actual contexto “puede tener efectos no deseados en el empleo”, sobre todo en pymes y autónomos.

Además, avisó de que es “una gota más para colmar el vaso” de muchas empresas y autónomos que afrontan importantes aumentos de los costes. “Estamos ante una tormenta perfecta desde el punto de vista ‘darwiniano” de que el pequeño no va a sobrevivir a esa tormenta de costes”, apuntaló la vicepresidenta de ATA.