El consistorio se constituyó en acusación particular en el proceso contra los 9 "skin heads" por considerar que las agresiones indiscriminadas a numerosas personas que fueron asaltadas en la calle iban dirigidas a los ciudadanos en general.

El Ayuntamiento acusa a los cabezas rapadas de delitos de lesiones y desórdenes públicos y solicita penas de 4 años y 2 mesesde cárcel.

Según el informe de la acusación particular, el Día de la Hispanidad del pasado año varios centenares de ultraderechistas se reunieron en la plaza de los Paìsos Catalans de Barcelona para rendir un homenaje a la bandera española.

Una vez acabado el acto, un grupo de "skins" que había participado en el mismo agredió a un grupo de "punkies" que se encontraba en la calle.

Otro de los jóvenes ultraderechistas hirió de gravedad a un ciudadano que viajaba en el Metro. Como consecuencia e los incidentes fueron detenidos varias decenas de cabezas rapadas, aunque muchos de ellos fueron puestos en libertad tras prestar declaración.