Sanz explicó desde un acto en el paseo de la Chopera que no se puede “estar mandando mensajes sobre apertura de fronteras” y “luego desentenderse de ellos como lanzarlos a las comunidades autónomas o a los ayuntamientos para que se busquen la vida”.

“Creo que hay que tener una política migratoria que sea rigurosa y luego además algo de lealtad institucional para trabajar con las administraciones a las que al final van a ir estas estas personas destinadas”, afirmó.

Señaló que Madrid es una ciudad “absolutamente abierta a la inmigración legal” y a quienens vienen a “ayudar a construir” ese Madrid “tan de moda en estos momentos” pero subrayó que la inmigración debe ser “legal y ordenada”. “Lo que no se puede hacer es no tener ningún control sobre las fronteras, que estén entrando personas por todas las vías a a nuestro país sin ningún tipo de control”, aseveró.

Sobre el reparto, reprochó que “parece excesivo incluso para para el gobierno de España esto de que ni País Vasco ni Cataluña vayan a recibir a ninguna de esas personas y sin embargo, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana van a tener que recibir a al grueso de esta de esta población”.