La frase, que hace referencia a un anuncio de un producto limpiador, resume el sentir de los asistentes a la convocatoria, que en nombre de sus respectivas organizaciones leyeron varios manifiestos de denuncia contra los recortes presupuestarios de la administración local.

"Prometieron limpiar y dar esplendor a esta ciudad, y lo que han hecho es cargársela cuadroa cuadro", dijo Molina, "pero el polvo inocultable de los hechos a venido a mostrar que para ellos la cultura es sólo un residuo".

"Confesamos que fuimos unos ingenuos", señaló Juan Antonio Hormigón, presidente de la Asociación de Directores de Escena (ADE), "creímos que una administración de derechas podía estar interesada en la cultura, y ahora que vemos el presupuesto reducido a la mitad, el cierre de varias salas y la privatización de otras, nos damos cuenta de lo que les importa la cultura".

El representante de la ADE tuvo un recuerdo amable para el ex concejal de Cultura, Pedro Ortiz, de quien dijo que era "un hombre culto, preparado y dialogante, pero le arrinconaron sus propios compañeros cuando destapó las tramas familiares de Gustavo Pérez Puig en el Teatro Español y se solidarizó contra el cierre del Teatro Alfil".

"Hoy Pérez Puig no sólo sigue haciendo lo que quiere en el Español, sino que se ha convertido en una de las grises eminencias del PP y es asesor de imágen de Aznar, mientas que Ortiz se consume en una asesoría inutil y falta de contenidos", dijo Hormigón.

El secretario general de la Unión de Actores (UA), Fernando Marín, respondió a las palabras de la concejala de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, de quien depende el área de Cultura, quien afirmó ayer que no asistiría a la reunión de hoy: "como todos son comunistas no seríamos bien recibidos". Marín señaló que esa definición sólo sirve para reflejar las escasas miras de la concejala.

En un comunicado difundido aer por el Ayuntamiento de Madrid, los responsables municipales aseguraban con respecto a la anunciada privatización del Teatro de Madrid, en La Vaguada, que ésta sería la única sala que pasaría a manos privadas, porque otros teatros municipales tienen tal volumen de costes que sería imposible que nadie se haga cargo de ellas.

Hormigón, que insinuó que el PP pretende "premiar" a Pérez Puig dándole en buenas condiciones el Teatro de Madrid, que ha sido sufragado con el dinero de todos los contribuyentesmadrileños para que él lo explote, señaló que el comunicado del PP puede interpretarse como que el Ayuntamiento sólo espera a reducir los costes de sus salas para privatizarlas.

José Luis Jiménez, representante de los trabajadores del Teatro de Madrid, aseguró que si el criterio de los ediles es privatizar todo lo que no sea rentable, "mañana mismo privatizan a los bomberos y cada uno tendrá que apagarse su fuego".

Anunció que el próximo día 14 van a organizar un espectáculo en el parque lindantecon el teatro "que el Ayuntamiento no puede privatizar", y pidió la colaboración de todos, "a ver si se enteran que todo esto es cuestión de cultura y no de dinero".

Por último, todos los representantes de organizaciones culturales mostraron su desconfianza sobre la posible política cultural del PP a nivel nacional, después de ver lo que han hecho en el Ayuntamiento de Madrid, donde el coordinador de actividades escénicas, Ignacio González, es el sobrino del alcalde.