El grupo de trabajo tiene la vocación de coordinar proyectos, para que si una de las partes necesita acometer obras en un punto de Madrid, el resto pueda aprovechar y adelantar las que tuviera planeadas en ese lugar. De esta manera, los vecinos no tienen que padecer varias obras en un lapso corto de tiempo en una misma calle.

Según explicó el delegado del Área de Urbanismo y Medioambiente, Borja Carabante, en “Madrid ha existido en los últimos años, una extraordinaria colaboración”, que “requiere ser intensificada como consecuencia también de la intensificación de la inversión por parte de la Comunidad de Madrid”.

“Ahora mismo tenemos pendiente de dar autorizaciones para 31 actuaciones en la ciudad de Madrid, y eso requiere que tanto el Canal, como Metro, como el Área de Obras y el Área de Urbanismo coordinen esos permisos coordinen esas actuaciones”, aseguró.

En esa línea argumentó que el objetivo es que “cuando una administración actúe en un entorno, actúe también, si es necesario, en la otra administración de tal manera que los madrileños tengan una menor perjuicio, una menores molestias como consecuencia de esas obras”.

Finalmente, señaló que se ha establecido una “metodología de trabajo” y preguntado por si esta comisión puede funcionar como grupo de presión hacia el Gobierno, replicó que “lamentablemente se producen dos circunstancias”, la primera de ellas que el “carácter inversor” del Gobierno “en la ciudad de Madrid es prácticamente irrelevante porque no ha invertido ni un solo céntimo”. La segunda, señaló, es que "la interlocución con un Gobierno que decide no invertir en la ciudad de Madrid es muy difícil”.