La Banca March y Sa Nostra otorgarán los créditos para llevar adelante la operación, con la circunstancia de que estas dos entidades bancarias son las principales titulares de las hipotecas que pesan sobre el cementerio, en suspensión de pagos desde el pasado mes de septiembre.

La empresa de construcción Domus, de la que formaba parte el alcalde de Palma, Joan Fageda, hasta la semana pasada, en que vendió sus acciones, era también una de las principales acreedoras deeste cementerio.

La adquisición del mismo por parte del ayuntamiento cuenta sólo con el apoyo del Partido Popular, fuerza política gobernante con mayoría en el municipio. El Grupo Municipal Socialista criticó la operación y destacó que la ampliación del cementerio de Palma, proyecto previsto en un principio, hubiera resultado más económica al ayuntamiento, ya que sólo costaba 665 millones de pesetas. Los socialistas ven además indicios de prevaricación en esta compra.

Los representantes del ayuntmiento presentarán esta semana su oferta a la empresa propietaria de Bon Sosec, esperándose que el próximo jueves quede cerrada la operación.

El Gobierno balear, a través de la empresa pública Sociedad Balear de Capital Riesgo, es la principal accionista del complejo funerario de Marratxí, con un 44 por ciento. Precisamente ayer, el pleno del Parlamento balear rechazó con los votos de la mayoría popular una propuesta de Izquierda Unida que solicitaba la creación de una comisión parlamentaria de investgación para estudiar esta inversión en el cementerio privado.