Así lo afirmó en declaraciones a los medios de comunicación tras inaugurar la nueva sede de la Cruz Roja en Colmenar Viejo, donde pidió al Gobierno de Pedro Sánchez que “no convierta Alcalá de Henares en un caos por una nula planificación y una nula información”.

Ayuso incidió en que “hay dos denuncias que se están investigando” por parte de la Policía y el juzgado. Por ello, “si los agresores son vecinos de Alcalá o si no lo fueran lo tiene que determinar un juez” y denunció que parezca que “los testimonios de las agredidas ahora no importen”.

La presidenta regional insistió en que “hay que investigarlo” porque “no me corresponde a mí”, pero lamentó que el Gobierno central “pretenda que no se denuncie la situación inhumana a la que han dejado a esta gente y pretenden dar la vuelta a la verdad y construir un relato para descalificarme”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid recalcó que preside un Gobierno “abierto, integrador y solidario”, mientras que el Gobierno de España “está tratando esto de manera inhumana e insensata”.

Preguntada sobre por qué se eligió Alcalá de Henares para celebrar el Consejo de Gobierno, Ayuso justificó que “el motivo era doble”, celebrar un encuentro entre ambas administraciones tras las elecciones y ser el tercer municipio con más población.

La presidenta regional criticó el hecho de que el Gobierno “no sepa cuántos son o de dónde proceden”, pero dijo que “parece que ahora todo el mundo empieza a interesarse”. En este sentido, informó que la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, les advirtió de las situaciones que se estaban viviendo en el municipio.

Por último, denunció que los ministros del Gobierno “siempre que tienen la oportunidad de hacer declaraciones me descalifican” y sobre el ministro de Transportes, Óscar Puentes, afirmó que “ante hombres que se obsesionan con algunas mujeres es mejor no prestarles atención”.