En la segunda jornada del debate de investidura, la ausencia de una negativa expresa en el acuerdo entre ambas formaciones fue un argumento que esgrimió el PSOE para criticar al Ejecutivo de coalición, que tomará posesión este sábado, aunque el futuro líder del Gobierno de Aragón insistió en su rotundo rechazo al movimiento de aguas del Ebro.

Ante las críticas de la portavoz socialista, Mayte Pérez, Azcón aseguró que será “difícil” que la oposición “se agarre durante mucho tiempo a ese clavo”, porque “simple y llanamente, no es verdad”.

Asimismo, remarcó que, en caso de que el trasvase se impulsara, llegaría promovido desde el Gobierno de España. Según dijo Azcón, “la amenaza fundamental” para el Ebro son las pretensiones de Junts para pactar con Pedro Sánchez. “Junts, que quieren que sea el socio decisivo de Pedro Sánchez, reclama la gestión del tramo catalán del Ebro. El trasvase no se va a producir, pero dígame si está dispuesta a aceptarlo, con las implicaciones que tendría”, afirmó.

La portavoz socialista puso en duda que haya cerrado un pacto con un “partido trasvasista” como Vox y otro con una formación que “basa su historia política en lo contrario”. “Los socialistas nos opondremos a cualquier amenaza de trasvase del Ebro. Lo digo alto y claro. Aquí y en Madrid, ¿pueden ustedes decir lo mismo, señor Azcón? ¿señor Nolasco?”, preguntó Pérez.