En referencia a la masiva intención de objetar que parece haberse detectado entre los actuales mozos, Aznar dijo a un grupo de periodistas, durante la recepción celebrada en el Palacio Real con motivo del ía de las Fuerzas Armadas, que la ley está para cumplirla. Es decir, que los insumisos serán juzgados y los objetores cumplirán el Servicio Civil Sustitutorio.

"Durante estos años", recalcó Aznar en referencia al periodo transitorio que se abrirá, "primará la seguridad y luego la profesionalización", con lo que intentó dejar claro que el Ejercito no debe ver afectada su función por el anuncio de la profesionalización.

Aznar anunció que en las próximas semanas tomará contacto personal con las Fueras Armadas. Además de visitar cuarteles, presidirá una reunión ordinaria de la Junta de Jefes de Estado prevista para el 17 de junio.

El 8 de julio viajará a Bosnia para visitar a los soldados españoles que cumplen allí misiones de la OTAN. El presidente señaló que ese será un buen momento para conocer de primera mano el efecto que tiene la política que pretende llevar a cabo el Gobierno de profesionalización de las Fuerzas Armadas.

El presidente dijo estar muy ilusionado y aseguró que se trata d una cuestión "más que técnica de decisión política", y que ya se están dando los pasos para que se estudia la forma de llevarla a cabo en los próximos años.

Preguntado por los periodistas sobre las dudas del Ministro de Defensa, Eduardo Serra, respecto al año 2001 como plazo para la profesionalización total, Aznar respondió que "había que fijar una fecha".

También dijo que ya ha pactado con el presidente francés, Jacques Chirac, un encuentro entre el responsable español de Defensa, Eduardo Serra y su homólogo francés, con el fín de conocer de primera mano el proyecto de profesionalización puesto en marcha en Francia.

Dicho proyecto contemnpla la supresión del servicio militar obligatorio y lo sustituye por un 'encuentro' de una semana con los jóvenes del reemplazo para que conoczcan el ejercito y decidan si están interesados por desarrollar la carrera militar, un modelo sobre el que el presidente no quiso pronunciarse ni a favor ni en contra.