"Este tipo de conversacioneso de estrategia", dijo Berga, "deberán ser explicadas en los órganos de dirección, pero más importante que esas entrevistas son los hechos concretos que revelan cierto acuerdo. Estos hechos desorientan la política de Izquierda Unida, la llevan a un espacio donde no puede maniobrar, a perder su autonomía, a ser una fuerza política subalterna respecto del Gobierno. Creo que esto tendrá graves costes para Izquierda Unida".

En opinión de Nueva Izquierda, "quizá haya llegado el momento de que todos los secores de Izquierda Unida intentemos parar esto, salvar el proyecto político de IU, quizá la propia mayoría de IU debería reflexionar y ofrecer al conjunto de la militancia una nueva orientación política y un nuevo esquema de dirección que haga imposible que unos pocos decidan estas estrategias suicidas".

"En definitiva", agregó Berga, "ha llegado el momento de que toda Izquierda Unida se plante sobre una estrategia, en relación con el PP, de complicidad, que hay que sustituir rápidamente por una de opoición".