Durante la inauguración del II Campus FAES que organiza este mes de julio en Navacerrada la fundación que preside, Aznar hizo una reflexión en clave interna sobre el tipo de oposición que debería desarrollar el Partido Popular.

"Su capacidad para articular una mayoría en los próximos años depende del mantenimiento de una voluntad constante de ser la referencia política de todos aquellos que desean políticas distintas y comportamientos diferentes a los que exhibe el partido que ahora gobierna", sentenció.

Tras reivindicar el "proyecto político concreto de centro reformista" que él mismo desarrolló al frente del PP, Aznar declaró que la fuerza de esa opción del centro político es "muy grande". "Mucho más de lo que sus rivales desearían", agregó.

El presidente de FAES señaló que "debajo del vendaval de la propaganda sectaria" que, en su opinión, viene desarrollando el Partido Socialista durante su primer año al frente del Ejecutivo, existe "una fuerte corriente social que sigue deseando una España normal, democráticamente normal, libre y constitucionalmente normal".

Aznar pronunció un alegato en defensa de la libertad frente a los "juegos políticos oportunistas que, por ganar el titular de un día, dejan lesionados los ámbitos de convivencia propios de una sociedad cohesionada".

"DIVISION" Y "TRINCHERAS" DE ZAPATERO

Asimismo, lamentó que España ha visto durante los últimos meses cómo las "esperanzas y oportunidades" han quedado apartadas en favor de "incertidumbres, enfrentamientos y renuncias injustificadas".

El ex presidente del Gobierno y presidente de FAES admitió que Zapatero gobierne conforme a los principios y el programa mayoritariamente respaldado en las urnas, pero matizó que "no es admisible" que su agenda política esté encabezada por temas que suscitan división entre los españoles.

"Crear trincheras de enfrentamiento puede servir para colocar a la oposición fuera del circuito de la propaganda sectaria, pero daña irreparablemente a la sociedad; no se amplían derechos, sino que se deterioran instituciones que están precisamente establecidas para garantizar derechos", dijo en alusión al matrimonio gay.

Aznar agregó que "con tanto sectarismo y tanta agresividad, muchos millones de españoles se sienten extraños en su propio país, colocados fuera de una normalidad que es la misma normalidad que ven en todos los demás países cercanos".

A su juicio, nada bueno puede extraerse del "afán de aplastar a la oposición". Además, calificó de "excesivo" que Rodríguez Zapatero no sólo se alíe con líderes populistas en Iberoamérica, como Hugo Chávez, sino que además trate de importar esta política a España.

Finalmente, Aznar denunció la "evidente falta de liderazgo" en Europa y aseguró que Zapatero se ha convertido en "perfectamente irrelevante" en las instituciones comunitarias con su intento de diferenciarse del anterior Ejecutivo.