Así se lo ha adelantado al presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, en una carta que le ha remitido y en la que ese debate "puede contribuir a perfeccionar el funcionamiento del Mercado Unico".

El jefe del Ejecutivo Español ha elaborado un "cuadro de indicadores" referido a los sectores de telecomunicaciones, petróleo, gas y elecricidad, para profundizar en ese debate.

A juicio de Aznar, existen "trabas" al Mercado Unico, "que son producto de actitudes distintas ante los principios de libre cometencia y de libre circulación y establecimiento recogidos en los Tratados.

Se trata de la denominada `acción de oro` que tienen muchos gobiernos en empresas de primera fila, como puede ocurrir con Telefónica, Iberia o las firmas del sector eléctrico en España; o como ocurre con Electricité de France, Electricidad de Portugal o la elefónica holandesa KPN.

Estas tres últimas han provocado fallidos intentos de fusión con en España con sus homólogas Endesa, Hidroeléctrica del Cantábrico y Telefónica, respectivamente. En todos los casos el Ejecutivo de Aznar se ha negado con el argumento de que no se puede ir a una privatización cuya resultante sea que un gobierno extranjero acabe dominando al operador español.

SEGUIRA APLICANDO LA MISMA POLITICA

Aznar recuerda en su carta a Prodi que esa desinversión de los gobiernos es la dea "que subyace en la política de privatizaciones de mi gobierno" y le anuncia que es su propósito "continuar y profundizar esa política en España durante los próximos años".

"El objetivo", prosigue, "no es otro que la búsqueda de una gestión mas eficiente, de una mejor asignación de los recursos y de una competencia más perfecta en interés de los ciudadanos. No dudo que estos son objetivos compartidos por todos".

El presidente español recuerda a Prodi que la titularidad pública de empresas, aunue sea sólo parcial, "puede conllevar efectos no deseados.

"Por un lado", argumenta, "consolida posibles posiciones de dominio de dichas empresas, aunque exista libertad de entrada en el mercado". A esto se añade, insiste, que los gobiernos sean a la vez juez y parte, que sean al mismo tiempo "reguladores y sujetos de la regulación que dictan, lo que puede provocar conflictos y ambiguedades".

Además, añade, se producen trabas a la plena circulación de capitales porque una empresa pública "por su aturaleza nunca podrá participar en operaciones societarias intracomunitarias" sin respaldo de su Ejecutivo.

De todo esto han hablado, esta mañana en La Moncloa, Aznar y el primer ministro sueco, Goran Person, de gira por las capitales de los Quince para preparar la agenda de la `cumbre` de Estocolmo.