El beneficio bruto (8.419 millones) supon el 3,28 por cien de los activos totales medios (el llamado cociente ROA, que mide la rentabilidad de una entidad), uno de los más altos de la banca española.

El dividendo por acción se sitúa en las 2.720 pesetas, frente a las 2.600 repartidas un año antes. El PER del banco (número de años que necesitaría un accionista para recuperar lo invertido vía dividendo) es 7,8, lo que supone un aumento respecto al 5,70 con que cerró el ejercicio 1992.

La inversión crediticia del Castilla se eleva a 149.35 millones, con un crecimiento relativo del 5,5 por cien. Mayor incremento experimentó la variable de acreedores, un 12,4 por cien, hasta sumar 221.264 millones de pesetas.