Así consta en la ‘Memoria de Supervisión 2024’ que el organismo publicó este martes, en la que especifica que los nueve expedientes se dirigieron a 18 entidades y a 37 cargos o personas físicas expedientadas.

Solo el año pasado, de esos nueve expedientes, se resolvieron cinco, dos de ellos incoados ese mismo año, y esos cinco resueltos afectaron a cinco entidades y a 26 personas. Además, en 2024 se impusieron sanciones de multa por un importe agregado superior a dos millones y medio de euros, además de otro tipo de sanciones, como las de inhabilitación.

Respecto a los expedientes, el Banco de España resolvió uno frente a una cooperativa de crédito y sus cargos de administración y dirección. Además, al cierre del año se encontraba en tramitación otro expediente dirigido a una entidad de crédito significativa y sus cargos de administración, cuya incoación, en 2024, había sido solicitada por el Banco Central Europeo (BCE).

También en 2024, se incoó un expediente frente a una entidad de pago y su administrador único, así como frente a titulares de participaciones significativas por posible incumplimiento de sus obligaciones de comunicación y notificación previa.

El Banco de España intensificó la lucha contra el intrusismo. Por un lado, en lo referente a la realización sin autorización de actividades reservadas, se resolvieron dos expedientes. Por otro lado, respecto a la utilización de denominaciones reservadas a las entidades de crédito y a los supuestos de falta de cooperación con la inspección, se resolvió un expediente. Además, en 2024 se incoaron otros tres expedientes, que se encontraban en tramitación al finalizar el año.

Por su parte, las sociedades de tasación y sus cargos de administración “siguieron siendo una prioridad supervisora”. En particular, destacan las cuestiones de control interno, como la independencia, el cumplimiento de las incompatibilidades y la correcta aplicación de los métodos de valoración. En 2024 se incoaron dos expedientes en esta materia, habiéndose resuelto uno de ellos y encontrándose el otro en tramitación al terminar el año.

Asimismo, al cierre del año se encontraba en tramitación un expediente abierto en 2024 en el que se investiga, entre otras cosas, la presunta vulneración de la prohibición de realizar ventas vinculadas de préstamos hipotecarios y seguros.

Por otra parte, se realizaron 21 inspecciones ‘in situ’, 18 de ellas a entidades de crédito españolas y tres a entidades de otros países.

OPERADORES DIGITALES Y DE PAGO ELECTRÓNICO

En la presentación del informe, el director del Departamento de Conducta de Entidades, Fernando Tejada, explicó que desde el supervisor se despliegan acciones para analizar si los nuevos operadores digitales se adecúan a las exigencias de transparencia, además de desplegar actuaciones “correctivas”, con las que se actúa sobre incumplimientos de la normativa para exigir “la corrección ante requerimientos de determinados comportamientos, o en su caso, llegar a la sanción”. Asimismo, señaló que también se identifican buenas prácticas y se comunican al sector para que se puedan extender a todas las entidades.

En cuanto a la supervisión de las entidades de pago y dinero electrónico, Tejada“Sobre todo, lo que valoramos es el cumplimiento normativo que tiene que ver con los recursos propios y con el modelo de negocio de la entidad suficiente para mantener la actividad y cubrir esos recursos propios”, añadió Tejada, quien apuntó que se pone el foco también en el control interno que deben tener estas entidades ante los “riesgos operativos y tecnológicos para su correcto funcionamiento” y la salvaguarda de los fondos.

De cara a las prioridades supervisoras para el periodo 2025-2027, el Banco de España avisa de que se examinará si los bancos consideran, y de qué manera, el riesgo geopolítico en los marcos de apetito y cultura de riesgo, en las estimaciones de pérdidas esperadas, en las áreas de ‘outsourcing’ y ciberriesgo, en los marcos de gestión de riesgo y la planificación de capital y liquidez y en las pruebas de resistencia internas.

“ESTABILIZACIÓN” DESPUÉS DE BENEFICIOS “HISTÓRICOS”

Al margen de la actividad supervisora, el Banco de España da cuenta en el informe de la marcha del sector y destaca que la rentabilidad continuó aumentando y por cuarto año consecutivo, se situó por encima de los niveles prepandemia y los beneficios alcanzaron “una cota histórica”. Ello a pesar de que la inflación se mantuvo en niveles altos y del gravamen temporal a la banca.

No obstante, el organismo aprecia “signos de estabilización motivados por las recientes caídas de los tipos de interés”, que han contribuido a elevar el margen de interés y el beneficio. En esta línea, advierte un “cambio de tendencia” por esas bajadas.

También apunta que la senda de tipos a la baja “previsiblemente contribuirá a mitigar el riesgo de que se produzca un incremento de la morosidad y del deterioro crediticio”. No obstante, ante “las crecientes incertidumbres, fundamentalmente en el plano geopolítico”, aconseja “mantener la cautela”.

Sobre el impuesto a la banca, introducido en 2022, precisa que el año pasado tuvo un impacto del 0,6% en términos de rentabilidad ROE (0,5% en 2023). El Banco de España detecta que este mayor coste “ha sido absorbido por el crecimiento del resultado de explotación”.