Según informó la compañía eléctrica este lunes, de los 300 millones de euros acordados, 170 ya están comprometidos por Iberdrola para financiar proyectos eólicos en Polonia. El resto de los fondos concedidos se destinarán a financiar proyectos renovables en los países que dependen de los combustibles fósiles y a apoyar proyectos de innovación de energías limpias como la generación eólica marina o el hidrógeno verde.

El actual préstamo está sujeto al cumplimiento de dos objetivos ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo). El primero es reducir las emisiones, directas e indirectas, de gases de efecto invernadero de la empresa en más de un 60% para 2030 respecto a la línea base de 2020 de los clientes y de las cadenas de suministro. El segundo objetivo es más que duplicar la capacidad instalada en renovables de Iberdrola para 2030 que, a cierre del tercer trimestre de 2023, superaba los 41.000 megavatios limpios.

El director de Finanzas, Control y Desarrollo Corporativo de Iberdrola, José Sainz, destacó que “este préstamo permitirá que Iberdrola continúe contribuyendo a la transición energética, la descarbonización y la electrificación de países en desarrollo, todavía muy dependientes de los combustibles fósiles. Además, consolida a IFC como uno de nuestros grandes aliados en la financiación de proyectos renovables".

La operación se enmarca en la alianza firmada en mayo del año pasado para fomentar la transición energética en países emergentes. Entonces se formalizó un préstamo verde y vinculado a objetivos de sostenibilidad de 150 millones de dólares (unos 136 millones de euros) para financiar mejoras de digitalización y eficiencia energética en las redes de distribución eléctrica operadas por la filial brasileña de Iberdrola.