Así lo pone de manifiesto un artículo del Banco de España publicado este martes que recoge los resultados para España de dicha encuesta y en el que destaca que el endurecimiento en la concesión fue algo más moderado que el del primer trimestre.

Esta evolución respondería al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras, a una menor tolerancia a los mismos, y al incremento de los costes de financiación para las entidades y a una menor disponibilidad de fondos. El porcentaje de solicitudes de crédito rechazadas habría crecido ligeramente en todas las modalidades. En el caso de las condiciones aplicadas a los préstamos, el endurecimiento de la oferta se habría traducido, principalmente, en un aumento de los márgenes en todas las modalidades.

Respecto a la demanda, la encuesta pone de relieve que la caída también habría sido algo más moderada que la registrada entre enero y marzo.

El descenso de las peticiones se explicaría, principalmente, por el aumento de los costes de financiación. En el segmento de crédito a las empresas, también habrían influido en esta evolución las menores inversiones, y en el caso de los hogares el descenso de la demanda de crédito también se explicaría por la menor confianza de los consumidores, el mayor uso de los ahorros y las peores perspectivas sobre el mercado de la vivienda.

Por ramas de actividad, la concesión de préstamos se habría endurecido en todas, siendo más intenso para la industria manufacturera, la construcción y las actividades inmobiliarias. En el caso de la petición de crédito, se habría endurecido en todos los casos.

Para el tercer trimestre de este año, las entidades financieras encuestadas esperan que se produzca una nueva reducción tanto de la oferta como de la demanda de crédito, en todas las modalidades, con una intensidad similar a la registrada entre abril y junio. También prevén que las condiciones de acceso a los mercados de financiación sigan empeorando tras hacerlo en el segundo trimestre.

Por otra parte, durante el primer semestre la ratio de dudosos propició un leve endurecimiento de los criterios de concesión a hogares para consumo y otros fines, y de las condiciones aplicadas a los nuevos préstamos en todos los segmentos. Ello se explicaría por factores relacionados con el coste de financiación y la disponibilidad de fondos, por un aumento de los riesgos y por la menor tolerancia a los mismos. Para el segundo semestre se anticipa que la morosidad podría favorecer, de nuevo, un ligero endurecimiento generalizado de las condiciones crediticias.

Respecto a la concesión y demanda por parte de empresas sostenibles, para los próximos 12 meses se espera una relajación en la concesión y un crecimiento de la demanda.