No obstante, el banco señala que, "con el fin de anticipar los efectos del presente ciclo económico", ha decidido dotar una provisión extraordinaria de 60 millones de euros. Sin contar esta dotación, el beneficio neto se habría incrementado un 7,5% respecto a 2007.

El beneficio antes de impuestos de la entidad se situó en los 1.085,7 millones de euros, lo que representa un descenso del 1,3% en comparación con el año anterior.

El margen de explotación alcanzó los 1.462,9 millones de euros, con un crecimiento interanual del 10,8%. Asimismo, la inversión crediticia aumentó un 4,1% en comparación con 2007, mientras que los recursos de clientes se incrementaron un 8,3%.

Por su parte, la morosidad al cierre de ejercicio se ha situado en el 1,62%, frente al 0,47% del ejercicio anterior, un repunte que, según destaca Banesto, es inferior al registrado por el sector.

No obstante, este incremento en el porcentaje de morosos ha llevado a la entidad a requerir unas mayores necesidades de dotaciones para insolvencias, que han ascendido en 2008 a 299,8 millones, un 30,8% más que en el año anterior. La cobertura con provisiones de la morosidad se situó en el 105,4%.