En declaraciones a Servimedia, Cuerda recalcó que "el principal y gravísimo problema del País Vasco, el problema por excelencia, es el problema de ETA y la violencia de todo su entorno. Todas las demás cuestiones están en un segundo plano en relación con éste".

En este sentido, subrayó que "cuando se está luchando contra un atentado a la democracia como es la violencia, todos los paridos políticos sin excepción deberían alcanzar un mínimo ético suficiente como para poder luchar conjunta y coordinadamente".

"Lamentablemente, eso no se ha conseguido, cada uno tendrá que asumir su responsabilidad, pero ese es uno de los fallos de nuestra democracia, el no haber sido capaces de ponerse de acuerdo todos para establecer una estrategia adecuada que permita luchar contra la violencia", insistió.

Por ello, recalcó que "esa falta de unión, ese mínimo imprescindible común entre todos, s la gran carencia que todos estamos padeciendo".

"REACCION LOGICA"

Cuerda agregó que, al margen de la forma en que se inicie este proceso, "no es precipitado" emprenderlo ahora, pues "cuando están ocurriendo estas monstruosidades, como la de Santa Pola, la sociedad y los políticos no pueden quedarse cruzados de brazos, y tienen que reaccionar".

"Es lo lógico, lo legítimo, y además, lo obligado", recalcó. "Otra cosa es cómo se materializa esta reacción, que debería ser de todos, pues si todos etamos empeñados en la lucha contra la violencia, todos deberíamos estar unidos. Al no haberse hecho así, una medida que podía ser eficaz. va a quedar un tanto disminuida por esa discrepancia entre los partidos democráticos".

En esta desunión, tanto unos como otros son culpables, prosiguió Cuerda, para quien "cada uno tiene su responsabilidad, no soy quién para decir en qué porcentaje, y cada uno deberá asumirla" en la medida que le corresponda.