Según informó el BCE este miércoles, las entidades pondrán a prueba sus medidas de respuesta y recuperación, incluidos la activación de procedimientos de emergencia y planes de contingencia y el restablecimiento de sus operaciones normales.

El objetivo principal de este estudio es valorar y observar cómo actúan las entidades de crédito frente a un ciberataque, en vez de prevenirlo, para evaluar en qué medida las entidades pueden hacer frente a ese escenario.

La información que se obtenga se utilizará para la evaluación más amplia. Los supervisores analizarán las conclusiones y enseñanzas que se extraigan con cada entidad en el marco del proceso de revisión y evaluación supervisora de 2024, que examina el perfil de riesgo individual de cada entidad. Las conclusiones principales del ejercicio se comunicarán en el verano de 2024.

Este estudio por parte del BCE se inicia después de las pruebas de resistencia realizadas a un total de 99 entidades de crédito directamente supervisadas en 2023 coordinadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA).