Lo dijo durante su intervención en la clausura del I Congreso Internacional de Familias Víctimas de las Fronteras organizado por el Colectivo Caminando Fronteras en la Casa Encendida de Madrid.

Belarra destacó que apoya las pretensiones de “exigir verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición” de quienes han vivido una “separación forzosa de sus familiares” en una frontera y aseveró que resulta “inimaginable” sentir el dolor de quienes han perdido un pariente intentando llegar a otro país.

“Vuestro dolor no nos es ajeno”, transmitió, para, a continuación, refrendar la voluntad del Gobierno de “daros la mano y trabajar para que no haya más vidas perdidas en la frontera”.

La ministra alabó la figura de la presidenta del Colectivo Caminando Fronteras, Helena Maleno, de quien manifestó que “no es casualidad que haya sido víctima de las cloacas del Estado” por defender “ideas muy sencillas pero no fáciles de llevar a la práctica: que las vidas racializadas y negras importan, que no se puede ni se debe mirar para otro lado cuando 2.930 personas perdieron la vida en 2022 tratando de llegar a España, que existe el derecho de las familias a saber dónde están sus familiares, cómo perdieron la vida y darles sepultura de la forma más digna”.

A su vez, Ione Belarra apuntó que “ha sido extraordinariamente difícil avanzar” en materia migratoria durante esta legislatura, ya que “el racismo estructural presente en España y en otros países tiene raíces muy hondas” debido a la labor de “la derecha y la extrema derecha política y mediática de deshumanizar a las personas que migran”, a las que han presentado como “enemigos, adversarios”.

Por ello, consideró conveniente que el Gobierno realice una “reflexión profunda sobre la política migratoria y de fronteras de España y de la Unión Europea”, que, desde su punto de vista, “no debe ser la de Orban y Meloni", en referencia a los primeros ministros de Hungría y de Italia.

Expuso que “cada vez más organismos internacionales dicen que existen evidencias de que la gente que se juega la vida en el mar lo hace porque es absolutamente imposible encontrar una vía legal y segura en la mayoría de países africanos, que es imposible entrar con un visado legal, y ése es el principal origen de la migración irregular”.

Por esa razón, invitó a la UE a “repensar” sus políticas migratorias para auspiciar “vías legales y seguras para migrar, crear un cuerpo europeo de salvamento marítimo y articular una política migratoria basada en los derechos humanos”.

Del mismo modo, manifestó que España tiene ante sí una “oportunidad magnífica” para “no desaprovechar” su Presidencia del Consejo de la UE, durante la cual debería “liderar un cambio de la política migratoria” comunitaria con el objetivo de que “se base de una vez por todas en la garantía de los derechos humanos y no en la ‘securitización’”.