Bolaños, en declaraciones en TVE recogidas por Servimedia, compartió que el Gobierno ha estado “en contacto, desde el primer momento” con la hermandad para esta operación, y que realizaron “sugerencias y recomendaciones” pero que, como se trata de “un recinto privado no había ninguna necesidad de que hubiera un represente del Gobierno” durante la exhumación que se hizo en la madrugada del jueves.

“La ley se ha cumplido, en tiempo muy rápido” y con arreglo a lo que supone la nueva norma que recoge, en varios puntos, que dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público y que permita su enaltecimiento, expuso Bolaños.

El ministro recriminó al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, su posición de no valorar la exhumación de Queipo de Llano porque prefiere "hablar de los vivos y dejar a los muertos en paz".

A Bolaños le llamaron “mucho la atención” estas declaraciones porque se trata de “un señor, el que exhumamos, que ordenó 45.000 fusilamientos”, por lo que preguntó al líder del PP si está del lado de la “memoria de un genocida o está con la de sus víctimas”.

“Lamento y mucho que Feijóo haya entrado en esta dinámica de contentar a los elementos más extremistas de la derecha”, sostuvo Bolaños, porque “España se merece, no solo recordar a las personas que dieron su vida, sino también una derecha que sea democrática”.