Así lo afirmó durante su intervención en el Congreso de los Diputados ante la pregunta del diputado de EH-Bildu Oskar Matute que le reclamó “contundencia hasta las últimas consecuencias contra los corruptos, corruptores y colaboradores necesarios”.

Bolaños recordó que el régimen legal de España ya contempla que “es delito tanto el funcionario que se corrompe como la empresa o el particular que ofrece dinero al funcionario” y añadió que “lo que hicimos fue añadir un nuevo delito: el de enriquecimiento ilícito”.

El ministro reconoció que “todo se puede perfeccionar” e incidió en que están “encantados de escuchar propuestas y sugerencias”, porque “nuestra idea es mejorar el régimen legal para evitar comportamientos que nos han abochornado las últimas semanas”.

En este sentido, presumió de que, desde su partido, “se asumió la responsabilidad política y se pidieron las responsabilidades políticas en cuanto se conocieron los más mínimos indicios”.

El ministro insistió en que “cuando son indicios graves, indicios sólidos y se inicia la investigación penal por un juzgado de instrucción, dejemos trabajar a la justicia”, porque “no nos corresponde a nosotros juzgar”.

Por ello, “sí nos corresponde que las responsabilidades políticas de aquellas personas que tienen indicios graves y sólidos sean determinadas”, pero, “desde luego, el PSOE apartó a estas personas con total contundencia y total rapidez”, concluyó Bolaños.