Según el balance del año para el mercado bursátil madrileño, las empresas que componen su índice acumularon unas ganancias de 2,3 billones de pesetas y los dividendos que han repartido ascienden a 752.000 millones.

Zoido señaló, en un encuentro navideño con la prensa económica nacional y extranjera, que la bolsa española sigue presentando signos de fortaleza que la hacen atractiva a los inversores, por lo que animó a las empresas a que acudan más a este mercado a buscar financiación.

Según explicó, la oferta de títulos por privatizaciones ya no va acaparar en el futuro la demanda de inversión que existe, por lo que animó a las empresas privadas a cubrir ese hueco acudiendo más a la financiación en bolsa de lo que lo han hecho hasta hora.

Zoido afirmó que, a finales de este año, los pequeños inversores supondrán ya el 30% de la bolsa española, lo que representa un fenómeno socio-político en el que se encuentran amplias capas de la población.

Además, apuntó que las perspectiva con las que trabajan los técnicos de la bolsa prevén una demanda de acciones de 58,2 billones de pesetas para el periodo 1998-2005, lo que supone que el total de las acciones que se emitan en los próximos años sean equivalentes al Producto Interior Bruto al final de ese periodo de tiempo.

Explicó que las ampliaciones de capital en el marco de la bolsa son una posible salida para que la oferta de inversión busque capital en el mercado, y apuntó que hasta noviembre de 1998 esas ampliaciones ya represenaban 1,5 billones de pesetas, diez veces más que el año pasado.

"El reto", agregó, "es que los mercados financieros sean capaces de casar la demanda previsible con una capacidad de oferta suficiente", y apuntó que los responsables de la bolsa española han de pensar en planes de internacionalización buscando, sobre todo, hacerse un hueco en el mercado latinoamericano.

Por ello, adelantó que se está pensando en un proyecto para presentar un mercado de cotizaciones en euros para Iberoamérica desde Mdrid.

Antonio Zoido volvió a calificar 1998 de año record para la bolsa española, con un volumen de contratación que a finales de noviembre llegaba a los 30 billones de pesetas, un 64% más que en 1997. Esta cifra, afirmó, la convierte en la cuarta bolsa europea y la novena del mundo, con una media de negociación diaria de unos 200.000 millones de pesetas, algo que representaba el balance del mercado de todo un ejercicio hace sólo diez años.