Sinembargo, a última hora los inversores se han repuesto del susto y han logrado reaccionar con suaves ganancias. Los mercados se han asemejado hoy a un tiovivo.

Minutos después de las 13,30 horas se conocía la cifra, que llevaba aparejada la creación de 246.000 empleos no agrícolas, frente a unas previsiones de 239.000 iniciales. El bono americano a 30 años elevaba su rentabilidad hasta el 8 por ciento, mientras que el dólar caía desde las 1,54 unidades, hasta rozar las 1,53, un fuerte desplome que postriormente fue subsanado y reaccionaba de nuevo hasta los 1,54 unidades. La rentabilidad del bono americano se colocaba más tarde en el 7,96 por ciento.

Muestra de esta situación la ha dado el índice de la bolsa española. El Ibex ha llegado a caer más de 40 puntos, para recuperarse en la última hora con compras selectivas. El cambio de tendencia de los mercados españoles coincidía plenamente con el que se producía en el resto de Europa, después de que durante la mañana mandaran las ventas.

La actiidad en los mercados de futuros se ha acelerado ante las posibilidades de arbitraje. El índice de la bolsa de Madrid ha llegado durante la mañana a marcar un mínimo del 286,56 por ciento y ha concluído la jornada en el máximo del día, en 291,46, después de una ganancia de 1,06 puntos.

La variación del índice Ibex, que cerró en 3.122,94, tras subir 17,62, es mucho mayor, puesto que en la jornada su mínimo se colocó en 3.056,29 puntos, es decir, una diferencia de cerca de 60 puntos entre el dato más alt y el más bajo de la jornada.

La negociación alcanzó los 27.305 millones de pesetas, de los que 4.000 correspondieron a Telefónica, 3.259 a BBV, 2.600 a Endesa y 2.500 a Repsol.

La rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años llegó a situarse al borde del 11,30 por ciento en los momentos más críticos de la sesión, aunque posteriormente recuperó hasta el 11,26 por ciento.

Los inversores a última hora se mostraban más tranquilos, pero no descartaban la posibilidad de que la Reserva Fderal elevara los tipos de interés una vez cerrados los mercados europeos. Paralelamente en los mercados de petróleo se producían también alzas en los precios ante los rumores sobre la posibilidad del movimiento de tropas iraquíes en las cercanías de la frontera con Kuwait.

Este era el ambiente general que se vivía en los mercados financieros internacionales. El dólar en el mercado de divisas madrileño se depreció en 41 céntimos, para pagarse a 127.75 pesetas, mientras que el marco se apreciaba en 0,0 pesetas, para cotizarse a 82,91 unidades.