Así lo indicó en vísperas del Día Internacional de la Educación, que se celebra el 24 de enero, en una declaración en la que también reclamó el papel de la educación y el aprendizaje permanente como "fundamentales" para "preservar, mantener y construir la paz".

"La educación permite a las personas y a las sociedades pervivir, prosperar y prepararse para los retos y oportunidades del siglo XXI. Junto con el arte y la cultura, amplía los horizontes, al facilitar a las personas, y en particular a los jóvenes, imaginar, defender y construir diferentes futuros", prosiguió.

Asimismo, la educación juega un papel crucial para fortalecer "vínculos y redes" entre las personas, y "brinda esperanza y protección a quienes se ven afectados por crisis humanitarias y desplazamientos forzosos".

Por todo ello, prometió que los mandatarios europeos se seguirán esforzando "por que todos los niños y jóvenes puedan acceder a la educación, sin importar quiénes sean o dónde vivan" y recordó que la UE también promueve el aprendizaje permanente para todos.

"Los efectos positivos de la educación solo pueden maximizarse mediante la equidad y la inclusión en sistemas educativos bien dotados de los recursos adecuados para el futuro, de manera que todas las personas puedan aprovechar su potencial", argumentó.