Así se expresó Brufau en su discurso en la Junta General Ordinaria de Accionistas de Repsol del ejercicio 2023, año que, según apuntó, fue “muy volátil y complejo porque estuvimos sufriendo las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania”.

En este contexto, destacó que “España se ha comportado razonablemente bien si nos comparamos con los países vecinos” y señaló que espera que “2024 sea razonablemente igual que 2023”, con un crecimiento del PIB del entorno del 2%.

Por otro lado, en referencia a la política energética en Europa, destacó que “somos algo optimistas” con respecto al próximo mandato de la Comisión Europea, porque, según su punto de vista, “estamos por primera vez tomando conciencia de donde estamos”.

En este sentido, explicó que su esperanza es que Bruselas se plantee “recuperar, reaccionar y reconocer” la pérdida de competitividad de la industria europea frente a Estados Unidos y China en la última década.

“Estamos en una encrucijada para decidir si queremos ser lo que fuimos hace diez años , un líder mundial, o simplemente una área de juego económico sin protagonismo de la región”, prosiguió Brufau, quien abogó por “la reindustrialización Europea”, tras perder “una parte importante de lo que hizo fuerte a Europa”.

En esta línea, reiteró sus críticas a las políticas energéticas y medioambientales de Bruselas, de las que lamentó que “no hemos elegido las rutas adecuadas para reducir las emisiones ni en costes, ni en tiempos, ni en beneficios”, además de advertir sobre el exceso de regulación.

Por último, defendió que pese a sus críticas “no somos retardistas ni negacionistas, somos absolutos activistas de la lucha contra el cambio climático y lo demostramos cada día”.