Entre las mejores prácticas identificadas en distintos Estados, la UE propone recurrir a “alternativas al internamiento”, como la confiscación de documentos de viaje o la designación de funcionarios especiales en los centros de acogida para comprobar periódicamente la presencia física de las personas objeto de traslados.

También recomienda presentar información detallada sobre el traslado al solicitante, mediante entrevistas previas a la salida o con folletos específicos para explicar los motivos de dicha decisión y lo que cabe esperar de ésta.

Aboga además por garantizar una supervisión más estrecha de cada traslado, a través por ejemplo de la introducción de un sistema de registro de las personas que entren en los centros de acogida o salgan de ellos, a fin de controlar su presencia en estos centros y limitar las fugas.

Bajo el título ‘Hoja de ruta de Dublín en acción – Mejora de la eficacia del Reglamento de Dublín: mejores prácticas de los Estados miembros’, el documento señala que es necesario mejorar la comunicación entre los Estados que efectúen el traslado y los responsables, mediante la celebración de acuerdos bilaterales, la designación de funcionarios de enlace y la organización de reuniones bilaterales periódicas y misiones de investigación, así como modernizar los sistemas informáticos existentes y desarrollar nuevas soluciones digitales para supervisar todas las fases del procedimiento de Dublín.

El documento presentado hoy también incluye un anexo que recoge la abundante jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en relación con la interpretación del Reglamento Dublín III, a fin de velar por una aplicación más rápida de las normas de Dublín en los Estados miembros y conseguir un mayor nivel de armonización en la interpretación de tales normas por parte de los países.