Cuidados
Bustinduy cree que el “único antídoto” para “los tiempos que vivimos” es un “modelo social universal” basado en derechos
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El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, aseveró este lunes que el “único antídoto” para “los tiempos que vivimos” es defender un “modelo social universal” basado en derechos.
Así lo reivindicó durante su intervención en la clausura, junto a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, del acto ‘Un Perte al servicio de las personas y el planeta. Proyectos inspiradores para transformar el futuro’, celebrado en la Fundación ONCE, en el que se expusieron una docena de iniciativas que han prosperado con ayudas del Perte de la Economía Social y los Cuidados y que incluyó testimonios de personas implicadas en estos proyectos cofinanciados con fondos europeos, cuyas experiencias Bustinduy consideró “tan valiosas e inspiradoras”.
En el transcurso de su alocución, el ministro reiteró que las democracias europeas “no se defienden solo defendiendo unas fronteras o un espacio”, sino “poniendo en el centro una idea que es radical y muy sencilla a la vez”, como es el hecho de que “defendemos un modelo social universal basado en los derechos de ciudadanía”.
“Es decir, que busca generar las condiciones de protección, de seguridad y de cohesión social que permitan proyectar nuestras sociedades hacia adelante”, agregó, convencido de que “ese es el único antídoto para los tiempos en los que vivimos”.
En este sentido, en referencia al Perte, recordó que, “cuando estamos hablando de feminismo, de sostenibilidad y de transición ecológica, de la innovación social como un motor no solo de desarrollo económico, sino de bienestar, estamos hablando, básicamente, de un compromiso de las políticas públicas y de nuestro modelo económico con los derechos humanos”.
NO ES ALGO SIMBÓLICO
En este contexto, subrayó que, en la legislatura anterior, España “tomó una decisión que hay que poner en valor”, esto es, dedicar “una parte sustantiva, importante”, de ese fondo de reconstrucción europea a la economía social y a los cuidados.
“Y es algo que puede parecer simbólico, pero que no lo es, que creo que conviene poner en su justa proporción”, apostilló, al tiempo que deslizó que, después de la crisis financiera, “hubo un enorme esfuerzo político, intelectual, cultural, para hacer calar aquella idea de que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y gastado de más”, por lo que “lo que había que hacer era recortar”.
A este respecto, el titular de Derechos Sociales criticó que, “lo que se hizo a partir de esa premisa fue atentar contra la estructura, la base misma, del Estado social, del mandato constitucional que ha dado forma a las sociedades europeas en los últimos 70 años”.
“Y los ecos de ese pensamiento vuelven ahora y afloran de nuevo en momentos de incertidumbre y de tensión como los que estamos viviendo”, advirtió, al tiempo que juzgó, por ello, “tan importante” el hecho de “reivindicar” que la “misión principal, esencial” que tiene el ordenamiento es “garantizar” que la economía y las políticas públicas “se rijan por criterios de utilidad, de interés social y, por tanto, del bienestar de nuestras poblaciones”.
FRACTURA SOCIAL
Tras indicar que, “de aquel paradigma” tras la crisis económica “lo que heredamos fue un formidable declive económico y una fractura social cuyas consecuencias estamos pagando todavía”, Bustinduy quiso también “poner en valor” que, durante la pandemia, “hubiera una respuesta y una reacción esencialmente diferente”.
“Que viéramos cosas que no habíamos visto hasta entonces, sobre todo, como la consideración de la política social como una de las prioridades a las que deberían dirigirse las políticas públicas europeas”, sentenció, consciente de que “Europa se construyó durante demasiado tiempo como un inmenso mercado sin mecanismos políticos para gobernarlo” y de que, con la pandemia y el fondo de recuperación, “empezamos a vislumbrar el potencial que tendría una transformación de ese paradigma”.
En este punto, hizo hincapié en el “potencial” que tiene, por ejemplo, “colocar en el centro de una movilización de recursos como la que representó este plan” cuestiones como el desarrollo de una agenda social que “permita imaginar a qué se debe parecer el Estado del bienestar en el siglo XXI”, convencido de que “los resultados hablan por sí solos”.
“Y creo que España, en particular, es un ejemplo de cómo, cuando se priorizan esta serie de visiones a medio plazo, cuando se prioriza el bienestar general como el principio rector que debe guiar las orientaciones de nuestro modelo económico, el resultado es de eficacia y eficiencia económica y ahí están los datos macroeconómicos que lo avalan para nuestro país”, manifestó, al tiempo que estimó algo “todavía más importante”, como es “dotar de sentido, construir un horizonte para nuestro modelo de desarrollo económico y social”.
MODELO SOCIAL
En la misma línea, dijo que “no se entiende el proyecto europeo, no se entiende Europa, sin el modelo social que, con todas las limitaciones, contradicciones y desigualdades que tiene, le dota de sentido hacia delante, genera un horizonte desde el cual dotamos de sentido a nuestro presente”.
Asimismo, en relación al debate sobre el aumento del gasto en defensa en el continente, Bustinduy afirmó que, en el marco de “esta especie de aceleración de las incertidumbres y angustias”, con el modelo europeo “en el centro del debate”, urge “no solo defender y demostrar que es rentable, eficaz y eficiente invertir en economía social, innovación social y transformación de nuestros modelos productivos”, sino que, “además, genera sentido, identidad y horizonte y que solo así podremos realmente defender las democracias europeas”.
Por último, el ministro sostuvo que “defender la transformación de nuestra economía y la refundación de un Estado del bienestar para el siglo XXI” no es “ni más ni menos” que “defender la justicia social” como la “única base” sobre la que construir “la democracia del siglo XXI”.
(SERVIMEDIA)
07 Abr 2025
MJR/man