Problemas como las emisiones de dióxido de carbono, la reducción en el consumo de energía, o el tráfico son ya, o serán en el futuro, tan importantes para las cadenas de distribución como la eficacia de costes o la disponibilidad de sus productos.

El informe propone al sector de distribución la colaboración en el almacenamiento y el transporte, como vía para la reducción de sus costes y de la huella de CO2 de su actividad.

El documento también recomienda la creación de almacenes urbanos de abastecimiento compartidos, para que los distintos proveedores puedan reducir el uso del transporte y no sea vean tan perjudicados por los problemas de tráfico.

Los autores del trabajo destacan que los responsables de las empresas del sector de la distribución habrán de tener en cuenta estas medidas para hacer frente a la escasez de recursos, las nuevas normativas para la sostenibilidad y el crecimiento de las áreas urbanas.