Según informó este martes el Instituto Armado, en la 'Operación Quilombeda' se ha identificado a 32 damnificados, a los que en conjunto se ha estafado unos 40.000 euros. Los arrestados usaban el método delictivo conocido como el "timo del sicario", que consiste en un chantaje que se inicia cuando los delincuentes introducen anuncios falsos en páginas web dedicadas a contratar servicios de contactos con mujeres.

La investigación se puso en marcha en marzo del año pasado, cuando uno de los afectados interpuso una denuncia ante la Benemérita. Explicó que había requerido por Internet contactos con mujeres y que, pocos días después, recibió amenazas mediante mensajes al móvil que le exigían dinero para no mandarle un sicario a su domicilio.

En dichos mensajes intimidatorios se le insinuaba que si no efectuaba el pago que se exigía, podrían darle palizas e, incluso, acabar con su vida. Esta persona llegó a realizar transferencias a los detenidos por valor de 12.000 euros.

FALSAS OFERTAS DE TRABAJO

Cuando los arrestados recibían el dinero de los estafados, lo redirigían hacia cuentas bancarias que ellos controlan u otras de terceras personas vulnerables, que accedían a ello previo engaño o gracias a una comisión.

Los implicados se dedicaban también a las estafas asociadas a falsas ofertas de trabajo a través de Internet y redes sociales. Sus damnificados interactuaban con ellos mediante llamadas, mensajes, etc. Tras llegar a un supuesto acuerdo, estas personas remitían copia de sus documentos personales y números de cuentas bancarias.

Ya con la documentación en su poder, los miembros de la organización daban de alta servicios de telefonía y cuentas bancarias con los documentos de las víctimas que se interesaron por los anuncios de trabajo.