Por este motivo, la fábrica de CAF en Beasain (Guipúzcoa) acogerá el acto de “primera chapa”, en el que se espera la presencia del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; el presidente de Asturias, Adrián Barbón; la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; y el lehendakari, Íñigo Urcuiu.

El inicio de la construcción de los trenes, con una primera tanda de 20 unidades, llega en el plazo previsto en los conocidos como Acuerdos de la Castellana, con los que Raquel Sánchez, la predecesora de Puente en Transportes, trató de resolver la crisis provocada por los errores en el diseño de estos trenes de vía estrecha.

El contrato, que incluye 38 unidades, supera los 300 millones de euros. Los trenes, que se han diseñado utilizando el método comparativo para garantizar que puedan circular por todas las líneas de ancho métrico con las mejores prestaciones, tendrán una velocidad máxima de 100 kilómetros hora y serán de dos coches y de tres coches para una mejor adaptación a la demanda.

Asimismo, serán accesibles y contarán con zonas para bicicletas y carritos de bebés, pantallas de información, wifi y enchufes y USB en todas las plazas, entre otros servicios.

Fruto de esos acuerdos, el Gobierno extendió la gratuidad de los servicios ferroviarios de Cercanías de Asturias y Cantabria hasta la llegada de los nuevos trenes. para ello, habilitó la financiación necesaria a través de los Presupuestos Generales del Estado.

El diseño definitivo de los trenes debía estar listo en verano de 2023, lo que permite empezar la construcción a principios de 2024.

El objetivo final es contar con los primeros trenes en circulación el primer semestre de 2026. El contrato original fijaba mediados de 2024 como la fecha de entrega.