Así lo señaló Muniesa en su intervención en la Junta General de Accionistas que celebra hoy la entidad en Valencia. El presidente de CaixaBank se refirió al entorno internacional actual, que calificó de “complejo” y de “mucha incertidumbre”, ante la política arancelaria de la nueva administración estadounidense dirigida por Donald Trump. Destacó que, en los primeros días de abril, la incertidumbre ha aumentado y hay riesgos a la baja más destacados que al alza, pero señaló que “aún es pronto para cuantificar el impacto” del anuncio de aranceles sobre el crecimiento.

En cualquier caso, avisó de que “van a ser años en los que nos jugamos mucho en el viejo continente” y que el nuevo mapa mundial se caracterizará por estar “en permanente cambio” y no ser “predecible”. En este entorno, resaltó que “será clave el rol y posicionamiento europeo”.

Muniesa concretó como asunto a abordar por las instituciones europeas el “promover una mayor competitividad”, con una política industrial europea como motor, pues de no aumentar la productividad, advirtió de que “el crecimiento potencial y el modelo social y de bienestar pueden verse comprometidos”.

También urgió a una mayor simplificación normativa y lograr que la innovación pueda ser más efectiva. En este punto, destacó que hay consenso sobre el “nivel excesivo de complejidad regulatoria en Europa, y en particular de la carga regulatoria al sector financiero”.

En este contexto, Muniesa resaltó que la economía española está menos expuesta a los aranceles y que España “se ha colocado a la cabeza del crecimiento de las grandes economías de la eurozona”.

CaixaBank también afronta el entorno con una “sólida posición de partida”, según el presidente de la entidad, quien enfatizó que la entidad es “un actor clave” en la economía española con una aportación “muy significativa”, del 1,18% del PIB.

El banco anunció a finales del año pasado un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027, dando cierre al anterior que permitió “una adecuada retribución” a los accionistas de 7.700 millones en dividendos ordinarios. El nuevo plan recoge el compromiso de repartir dividendos en efectivo entre el 50% y el 60% del beneficio, incluyendo un dividendo a cuenta cada año. “Una retribución adecuada es una prioridad para el consejo”, reafirmó Muniesa, quien confió en que el nuevo inicio de ciclo este año será “el inicio de una gran etapa”.

CIERRE DE LA ETAPA BANKIA

El nuevo presidente de la entidad, no ejecutivo, que asumió su cargo el pasado 1 de enero por la renuncia de José Ignacio Goirigolzarri, reconoció la labor de este al frente de la entidad y también puso en valor a los tres consejeros independientes procedentes de Bankia- Joaquín Ayuso, Francisco Javier Campo y Eva Castillo- que saldrán hoy de CaixaBank, una vez lo apruebe la Junta, cerrando así la etapa de la fusión con Bankia. “Todos ellos han sido piezas clave para poder llevar a cabo con éxito la mayor integración bancaria de la historia de España”, resaltó Muniesa.

En la Junta también intervino el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, quien destacó de Goirigolzarri que es “uno de los grandes banqueros de las últimas décadas” y la fusión con Bankia ha llevado a CaixaBank al “mejor” momento “de las últimas décadas”.

Gortázar afirmó que la entidad está “perfectamente preparada para los desafíos de la situación geopolítica”, que tiene “confianza” y los “deberes hechos”. Repasó los objetivos del nuevo plan como es el crecimiento de un 4% anual en el volumen de negocio y aseguró que el nuevo año ha empezado “con fuerza” y da “mucha confianza” en que se alcanzará ese objetivo. También recordó la meta de que la rentabilidad se sitúe por encima del 15% en el periodo, niveles que definió como “sostenibles y razonables”. Destacó que este plan permitirá “continuar con una política de dividendo atractiva para todos”.