Según notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los 373 millones del impuesto temporal al sector le ha supuesto restar el 30% del grupo.

Pese a ello, los ingresos del negocio bancario crecieron un 30,4% en el primer trimestre, hasta alcanzar los 3.449 millones de euros. En concreto, el margen de intereses se incrementó un 48,6%, hasta los 2.163 millones, y las comisiones netas se mantuvieron estables (+0,1%), hasta los 937 millones.

Las comisiones recurrentes descendieron un 1% debido a la supresión de comisiones de custodia en los depósitos a grandes empresas y por la extensión de los programas de fidelización a particulares, factores que se vieron compensados por una mayor actividad en medios de pago.

Los resultados de entidades valoradas por el método de la participación, esencialmente procedentes de participadas de bancaseguros, sumaron 79 millones, y los ingresos por dividendos aumentaron hasta 68 millones, tras el registro de la totalidad del dividendo de Telefónica durante el primer trimestre del año.

Así, el margen bruto creció un 16,7%, hasta los 3.101 millones, después de incluir el impacto del impuesto.

En cuanto a la rentabilidad sobre recursos propios (ROTE), ésta alcanzó el 10,5%, muy por encima del 7,6% del mismo periodo del año anterior, aunque todavía por debajo del coste de capital, según la entidad.

En solvencia, la entidad cerró marzo con una ratio CET 1 del 12,6%, tras restar 20 puntos básicos por el impacto de la aplicación de la nueva normativa contable.

Respecto a la liquidez, los activos líquidos totales se situaron en 132.867 millones, con una ratio de cobertura LCR del 192%, “muy por encima del mínimo requerido del 100%”. El saldo que la entidad mantiene por las operaciones de financiación a largo plazo (Tltro III) con el Banco Central Europeo (BCE) a 31 de marzo asciende a 15.620 millones.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, resaltó que la entidad ha iniciado el año “con una muy buena dinámica comercial en un periodo en el que la economía se ha mostrado más resiliente de lo previsto”. Además, Gortázar destacó “la privilegiada posición en liquidez y solvencia de la entidad”, así como que “la mejora del resultado atribuido supone una buena noticia no solo para nuestros accionistas, entre los que destacan la Fundación “la Caixa” y el FROB, sino también para nuestros clientes”.

CRÉDITO

Los recursos de clientes ascendieron a 614.608 millones al cierre de marzo, un 0,5% más respecto al cierre de diciembre, por la buena evolución en los productos de ahorro a largo plazo y a la recuperación de los mercados financieros. Dentro de ellos, los activos bajo gestión aumentaron un 4,1% en el trimestre por la evolución favorable de los mercados y por unas suscripciones netas positivas cercanas a 3.800 millones, con especial pujanza de los fondos de inversión y los seguros de ahorro.

El crédito sano se situó en 351.215 millones a cierre de marzo, tras mantenerse prácticamente estable en el trimestre. Por segmentos, la cartera para la adquisición de vivienda sigue marcada por el aumento de las amortizaciones en un contexto de subida de tipos de interés, de manera que registró una caída del 1,4%, mientras el saldo del crédito al consumo subió un 0,4% y el de empresas lo hizo un 1,2%.

La nueva producción de crédito aumentó en todos los segmentos de negocio en comparación con el primer trimestre de 2022 y lo hizo un 6% en hipotecas, un 4% en consumo y un 21% en empresas.

Por su parte, la ratio de morosidad se situó en el 2,7% al cierre del trimestre, la misma que en diciembre de 2022 y por debajo del 3,5% registrado un año antes. Los saldos dudosos descendieron hasta los 10.447 millones, con una reducción de 243 millones en el trimestre, y la ratio de cobertura siguió incrementándose, hasta el 76%.

La entidad destacó, en el marco de sus programas sociales, que cuenta con 11.207 viviendas de alquiler social y ha aportado más de la mitad del total de inmuebles que el sector ha cedido al Fondo Social de Viviendas.