Clima

El calor veraniego mató a más de 61.000 personas en Europa en 2022

- España es el segundo país con más víctimas mortales, con unas 11.300

- Murieron un 63% más mujeres que hombres

MADRID
SERVIMEDIA

Un total de 61.672 muertes de personas en Europa fueron atribuibles al calor del verano pasado, el más caluroso jamás registrado en el continente.

Esa es la conclusión principal de un análisis epidemiológico liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia (Inserm).

Ese estudio, publicado este lunes en la revista ‘Nature Medicine’, estima que entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre del año pasado hubo 61.672 muertes atribuibles al calor.

El equipo investigador obtuvo datos de temperatura y mortalidad para el periodo 2015-2022 en 823 regiones de 35 países europeos, cuya población total representa más de 543 millones de personas. Se usaron para estimar modelos epidemiológicos y predecir la mortalidad atribuible a las temperaturas para cada región y semana del periodo estival.

Las temperaturas del verano de 2022 en Europa estuvieron por encima de la media durante todas las semanas del periodo estival. La mayor anomalía térmica se registró durante la canícula, es decir, entre mediados de julio a mediados de agosto.

Según los investigadores, esta coincidencia magnificó la mortalidad por calor al ocasionar 38.881 muertes entre el 11 de julio y el 14 de agosto. Dentro de ese periodo de poco más de un mes se produjo una intensa ola de calor paneuropea (entre el 18 y el 24 de julio), a la que se atribuyen 11.637 fallecimientos.

PAÍSES MÁS AFECTADOS

En términos absolutos, el país con mayor número de muertes atribuibles al calor a lo largo de todo el verano del año pasado fue Italia, con un total de 18.010 muertes, seguido de España (11.324) y Alemania (8.173).

Si se ordenan los datos en base a la tasa de mortalidad por calor, el país que encabeza la lista es Italia, con 295 muertes por millón de habitantes, seguida de Grecia (280), España (237) y Portugal (211). La media europea fue de 114 muertes por millón.

Por otro lado, si se atiende únicamente al incremento en la temperatura, el país que registró un valor más alto fue Francia, con 2,43 grados más sobre los valores promedios del periodo 1991-2020, seguido de Suiza (2,30), Italia (2,28), Hungría (2,13) y España (2,11).

MUJERES Y EDADES

El estudio incluye un análisis por edad y sexo, y muestra un incremento muy marcado de la mortalidad en los grupos de edad más avanzada, y sobre todo en las mujeres.

Así, se estima que se produjeron 4.822 muertes entre menores de 65 años, 9.226 entre los 65 y los 79 años, y 36.848 entre los mayores de 79 años.

En lo que respecta al análisis por sexos, los datos apuntan a que la mortalidad prematura atribuible al calor fue un 63% superior en mujeres, con 35.406 fallecimientos prematuros (145 muertes por millón), frente a los 21.667 estimados en hombres (93 muertes por millón).

Esta mayor vulnerabilidad de las mujeres al calor se observa en el conjunto de la población y, sobre todo, en mayores de 80 años, donde la tasa de mortalidad es un 27% superior a la de los hombres. En cambio, la tasa de mortalidad masculina es un 41% más elevada en menores de 65 años, y un 13% mayor entre los 65 y los 79 años.

FALTA DE PLANES DE PREVENCIÓN

Hasta la fecha, el verano con mayores registros de mortalidad en Europa fue el de 2003, en el que se registró un exceso de mortalidad de más de 70.000 fallecimientos.

“El verano de 2003 fue un fenómeno excepcionalmente raro, incluso cuando se tiene en cuenta el calentamiento antropogénico observado hasta entonces. Esta naturaleza excepcional puso de manifiesto la falta de planes de prevención y la fragilidad de los sistemas de salud para hacer frente a emergencias relacionadas con el clima, algo que en cierta medida se trató de corregir en años posteriores”, explica Joan Ballester, primer autor del estudio e investigador de ISGlobal.

Ballester apunta que “las temperaturas registradas en el verano de 2022 no pueden considerarse excepcionales, en el sentido de que podían haberse previsto siguiendo la serie de temperaturas de los años precedentes, y que muestran que durante la última década el calentamiento se ha acelerado”.

“El hecho de que en el verano del 2022 muriesen más de 61.600 personas en Europa por calor pese a que, a diferencia de en 2003, muchos países ya contasen con planes de prevención activos, sugiere que las estrategias de adaptación de las que disponemos en la actualidad pueden ser todavía insuficientes”, sostiene Hicham Achebak, investigador del Inserm y de ISGlobal, y último autor del estudio.

Achebak subraya que “la aceleración del calentamiento observada en los últimos 10 años subraya la necesidad urgente de reevaluar y fortalecer de manera substancial los planes de prevención, poniendo especial atención a las diferencias entre países y regiones europeas, así como las brechas de edad y sexo, que actualmente marcan las diferencias en vulnerabilidad al calor”.

Europa es el continente que experimenta un mayor calentamiento, hasta de un grado más que la media global. Las estimaciones realizadas por el equipo investigador apuntan a que, en caso de no mediar una respuesta adaptativa eficaz, esta zona del planeta se enfrentará a un promedio de más de 68.000 muertes prematuras cada verano hacia 2030 y más de 94.000 hacia 2040.

(SERVIMEDIA)
10 Jul 2023
MGR/clc