En la rueda de prensa posterior al Ecofin junto al vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, Calviño fue preguntada por cómo su salto al BEI afectará a otras candidaturas de España para presidir, liderar o acoger otros organismos europeos.

La todavía vicepresidenta primera del Gobierno –dejará de serlo cuando sea designada presidenta del BEI– se mantuvo en sus trece e insistió en que “cada uno de los procesos de selección son independientes”.

Reafirmó que el Gobierno está “comprometido” con la candidatura de Madrid para ser la sede del AMLA, aunque reconoció que la decisión se tomará bajo la Presidencia rotatoria belga del Consejo de la Unión Europea, ya que la española concluye el próximo 31 de diciembre.

“Pero desde el Gobierno de España lo hemos tenido claro. Hemos apoyado decididamente la candidatura de Madrid y lo seguiremos haciendo porque Madrid es sin duda una sede óptima para el establecimiento de esta nueva agencia. No sólo por las características de la ciudad en términos de conectividad y de relación con el entorno financiero, sino sobre todo porque el sistema español de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo está muy directamente alineado con el que va a resultar de la nueva legislación europea y es uno de los más respetados de la Unión Europea e incluso a nivel mundial”, declaró.

TRANSICIÓN AL BEI

Por otro lado, con respecto a cómo será su transición entre Gobierno y BEI, Calviño opinó que es “prematuro” hablar de plazos porque “la decisión se ha tomado esta misma mañana” y no se ha evaluado “cómo se encauzaría esa decisión”.