“En las próximas semanas tendrá lugar el trabajo técnico. Y siento decirlo, pero tendremos que incrementar nuestro esfuerzo para que, tan pronto como podamos, pongamos encima de la mesa una propuesta. Estamos determinados a empezar el debate político después del verano para así tener aprobadas las reglas fiscales a final de año”, declaró en una rueda de prensa junto a Vladis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, tras la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) en Bruselas.

Respecto al contenido en sí de la reforma, Calviño celebró que haya un consenso absoluto en torno a las cuatro “piezas clave” que la Presidencia española del Consejo Europeo ha marcado “como base” para un acuerdo en otoño.

Esos puntos pasan por que exista un “equilibrio institucional”, que haya parámetros que garanticen “unas sendas creíbles de reducción de deuda compatibles con el crecimiento y la creación de empleo”, que se concrete cómo garantizar las inversiones necesarias para proteger los bienes públicos europeos, y, por último, que haya mecanismos para asegurar una aplicación efectiva de las reglas.

“No hemos hablado formalmente de cada uno de los puntos, pero estamos de acuerdo que estas son las claves a las que se va a dirigir el trabajo técnico en las próximas semanas, con el objetivo de proponer un paquete completo de estos focos interrelacionados tan pronto como sea posible tras el verano”, concluyó.