El cálculo para 2023 está alineado con los últimos cálculos realizados por el Banco de España y la Comisión Europea, que han situado sus previsiones en el entorno del 2%, y es más optimista que las de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –1,7%– y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) –1,6%–. No obstante, todavía no ha alcanzado el 2,1% del que habla el Gobierno.

De cara a 2024, la Cámara de Comercio no ha explicado el porqué del recorte de su previsión, pero sí ha augurado que el avance se deberá “casi en su totalidad” a la pujanza de la demanda nacional, que aportará 2,2 puntos porcentuales al crecimiento.

“La explicación a la recuperación de la demanda se encuentra, por un lado, en la mejora del consumo de los hogares, magnitud para la que se prevé un crecimiento del 2,1% y, por otro, en el avance de la inversión, tanto en bienes de equipo, cuyo crecimiento podría llegar al 3,9%, como en construcción, que registraría un avance superior al 5% el año que viene. Esta recuperación estará alentada por los proyectos relacionados con los fondos europeos de recuperación Next Generation EU”, señalaron desde el organismo.

Por lo que se refiere a la inflación, las nuevas estimaciones apuntan hacia una moderación de los precios que reducirán el índice de precios al consumo (IPC) medio hasta el 3,8% en 2023 y el 2,2% en 2024. Estas menores presiones inflacionistas serán también “una de las causas que activen el consumo privado el año que viene”.

Asimismo, las previsiones de Cámara de España apuntan que a la creación de casi medio millón de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo entre este año y el próximo: 250.000 corresponderían a este ejercicio y otros 230.000 al próximo. Con ello, la media de paro se situará en el 13,2% en 2023 y en el 12,7% en 2024.

En cuanto al déficit público, la Cámara de Comercio rechaza la senda fiscal dibujada del Gobierno y prevé un ligero descenso en 2023 hasta el 4,4%, seguido de otra bajada en 2024 hasta el 3,8%, un nivel que se sitúa lejos del objetivo del 3% que marcan las reglas fiscales.