Salud y clima

El cambio climático podría desencadenar la próxima pandemia, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

A medida que el clima de la Tierra continúa calentándose, los animales salvajes se verán obligados a trasladar sus hábitats a regiones con grandes poblaciones humanas, lo que aumenta el riesgo de un salto viral a los humanos que podría conducir a la próxima pandemia.

Un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Georgetown (Estados Unidos) explica ese vínculo entre el cambio climático y la transmisión viral en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Nature’.

Los científicos realizaron la primera evaluación integral de cómo el cambio climático reestructurará el viroma global de los mamíferos, es decir, la colección total de virus sobre el cuerpo. El trabajo se centra en los cambios de rango geográfico: los viajes que emprenderán las especies a medida que siguen sus hábitats hacia nuevas áreas. Cuando se encuentren con otros mamíferos por primera vez compartirán miles de virus.

Estos cambios brindan mayores oportunidades para que virus como el ébola o los coronavirus surjan en nuevas áreas, lo que los hace más difíciles de rastrear, y en nuevos tipos de animales, lo que facilita que los virus salten a través de una especie ‘trampolín’ hacia los humanos.

"La analogía más cercana es en realidad los riesgos que vemos en el comercio de vida silvestre", indica Colin Carlson, profesor asistente de investigación en el Centro para la Ciencia y Seguridad de la Salud Global en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown.

Carlson añade: “Nos preocupamos por los mercados porque juntar animales no saludables en combinaciones antinaturales crea oportunidades para este proceso gradual de aparición, como la forma en que el SARS saltó de los murciélagos a las civetas, y luego de las civetas a las personas. Pero los mercados ya no son especiales; en un clima cambiante, ese tipo de proceso será la realidad en la naturaleza en casi todas partes”.

Los autores del estudio ven preocupante que los hábitats de los animales se muevan de manera desproporcionada en los mismos lugares que los asentamientos humanos, creando nuevos puntos críticos de riesgo indirecto.

Es posible que gran parte de este proceso ya esté en marcha en un mundo actual 1,2 grados más cálido respecto a la época preindustrial y que los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no impidan que se desarrollen estos episodios, según los investigadores.

MURCIÉLAGOS

Por otro lado, el estudio alude al impacto que tendrá el aumento de las temperaturas en los murciélagos, que representan la mayoría de los nuevos virus compartidos. Su capacidad para volar les permitirá viajar largas distancias y compartir la mayoría de los patógenos. Debido a su papel central en la emergencia viral, los mayores impactos se proyectan en el sureste de Asia, un punto crítico mundial de diversidad de murciélagos.

“En cada paso, nuestras simulaciones nos han tomado por sorpresa. Hemos pasado años verificando dos veces esos resultados, con diferentes datos y diferentes suposiciones, pero los modelos siempre nos llevan a estas conclusiones. Es un ejemplo realmente impresionante de lo bien que podemos, en realidad, predecir el futuro si lo intentamos”, indica Carlson.

A medida que los virus comienzan a saltar entre las especies anfitrionas a un ritmo sin precedentes, los autores indican que los impactos en la conservación y la salud humana podrían ser impresionantes.

"No está claro exactamente cómo estos nuevos virus podrían afectar a las especies involucradas, pero es probable que muchos de ellos se traduzcan en nuevos riesgos para la conservación y alimenten la aparición de nuevos brotes en humanos", subraya Gregory Albery, becario postdoctoral en el Departamento de Biología de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Georgetown.

En conjunto, el estudio sugiere que el cambio climático se convertirá en el mayor factor de riesgo para la aparición de enfermedades, superando problemas de mayor perfil como la deforestación, el comercio de vida silvestre y la agricultura industrial. Los autores recalcan que la solución es emparejar la vigilancia de enfermedades de la vida silvestre con estudios en tiempo real del cambio ambiental.

“Cuando un murciélago brasileño de cola libre llega hasta los Apalaches, debemos invertir en saber qué virus lo acompañan. Tratar de detectar estos saltos en tiempo real es la única forma en que podremos evitar que este proceso provoque más contagios y más pandemias”, indica Carlson, quien añade: “Estamos más cerca que nunca de predecir y prevenir la próxima pandemia. Este es un gran paso hacia la predicción; ahora tenemos que empezar a trabajar en la mitad más difícil del problema”.

(SERVIMEDIA)
28 Abr 2022
MGR/clc