Neurociencia

Las canciones que generan “más curiosidad” se recuerdan mejor y “predisponen” a pagar más por adquirirlas, según un estudio en el Sónar

MADRID
SERVIMEDIA

Las canciones que generan “más curiosidad” al escucharlas se recuerdan mejor y “predisponen” a pagar más por adquirirlas.

Así lo concluye un estudio realizado en 2021 en el marco del festival Sónar por un equipo de neurocientíficos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y la Universidad de Barcelona junto con la DJ Alicia Carrera, según precisó este jueves el centro investigador en un comunicado en el que recopiló los principales resultados del experimento, presentados en el Sónar+D de la Fira de Barcelona.

El estudio, titulado ‘Being a Curious Music-Mind’, permitió demostrar que la curiosidad que se experimenta al escuchar nuevas piezas musicales “puede predecir si nos gastaremos dinero en esa canción, el interés que despierta por conocer más sobre ella y si recordaremos la canción con el paso del tiempo”, según explicaron en una mesa redonda la propia Carrera; el neurocientífico del Instituto Neurológico de Montreal Robert Zatorre; y el equipo de neurocientíficos que dirigió la investigación, liderados por Antoni Rodríguez-Fornells.

Los expertos expusieron las principales conclusiones de este primer experimento naturalista en el que, a través de una aplicación de teléfono móvil, se evaluaba la curiosidad musical que experimentaban 150 personas durante una sesión de música electrónica creada expresamente para la ocasión.

Durante la primera fase, los participantes se expusieron a piezas musicales inéditas y respondieron a una serie de preguntas a través de sus móviles a lo largo de la sesión que la DJ realizó en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y en la Sala Salamandra de L'Hospitalet.

Las preguntas de esta primera fase iban dirigidas a valorar “la curiosidad, el placer y la absorción” que “inducía” cada pieza musical. Además, se instaba a los participantes a "decidir si gastarían dinero en conocer más sobre esa canción”, según apuntaron los investigadores.

SEGUNDA FASE

En una segunda fase, al día siguiente, los participantes respondieron un cuestionario de forma individual. Durante el proceso, escuchaban una serie de piezas musicales y debían identificar si correspondían a alguna de las canciones que habían sonado el día anterior para valorar su memoria.

Junto a la “correlación” existente entre el interés musical y la memoria o la toma de decisiones, el experimento permitió determinar que la curiosidad y el placer que se experimentan escuchando una canción “son parámetros altamente relacionados que afectan también al grado de absorción que sentimos”.

Además, en el estudio también se observó que canciones “similares no se evalúan igual", si bien personas con perfiles similares “sí emiten evaluaciones similares”. “Factores internos como la sensibilidad musical, variables personales, experiencias previas con el tipo de género musical o los gustos musicales tienen mucho más peso al valorar una pieza musical que los externos, como estructura específica de una canción”, según los investigadores.

A este respecto, el doctor Rodriguez-Fornells, jefe del grupo de investigación en Cognición y Plasticidad Cerebral del Idibell, la UB y miembro del Instituto de Neurociencias (UBNeuro), defendió que la “solidez y coherencia” de estas conclusiones “abren las puertas a ampliar el estudio incluyendo otros estilos musicales y otras poblaciones que corroboren los resultados”.

A su juicio, conocer cómo el cerebro “decodifica” la música en una “experiencia agradable y gratificante” es una cuestión “fascinante” que, además, podría resultar “crucial para entender cómo los humanos procesamos estímulos más abstractos, creando sentimientos estéticos”. “Y cómo esto depende de la motivación intrínseca que desarrollan a lo largo de la vida por diferentes formas artísticas”, abundó.

(SERVIMEDIA)
16 Jun 2022
MJR/clc