El informe indica que, pese a las medidas adoptadas para detener la destrucción de la capa de ozono, la recuperación en el Artico se produce a un ritmo excesivamente lento, y atribuye esta circunstancia a la acción negativa que los gases de efecto invernadero y el cambio climático tienen sobre el ozono de las capas más altas de la atmósfera.

El estudio basa sus resultados en las investigaciones fectuadas mediante el Tercer Experimetno Estratosférico sobre el Ozono de la UE (Theseo 2000) y el proyecto SAGE III sobre Pérdida de Ozono y Validación de la NASA.

La colaboración de ambos proyectos permitió obtener muestras sobre los niveles de ozono y otros compuestos en la estratosfera combinando los datos conseguidos desde satélites, globos de larga duración y bases terrestres.

Los datos recopilados constatan la lenta recuperación de la capa de ozono sobre el Artico, peses a las acciones corectoras puestas en marcha por el Prtocolo de Montreal.

Las muestras tomadas en Kiruna (Suecia) revelan pérdidas de la capa de ozono de hasta el 60 por ciento en altitudes cercanas a los 18 kilómetros, las mayores registradas durante la última década, si bien la disminución es menor en altitudes mayores.