Así se subrayó durante un diálogo organizado por Inserta Innovación de Fundación ONCE con el apoyo del Ministerio de Defensa del Gobierno de España y emitido por la agencia de noticias Servimedia.

Bajo el título #DefensaSomosTodos, se analizó el papel creciente de la mujer en las Fuerzas Armadas españolas y la atención que los Ejércitos prestan a colectivos vulnerables como el de las personas con discapacidad.

Cuando se cumplen 35 años de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, la capitán de corbeta Eva Ara Montojo destacó que hoy día “tenemos cuatro generales, más de 50 coroneles, más de 150 tenientes coroneles". "Es una cosa que era una excepción en su día y ahora se vive con total normalidad”, indicó sobre la presencia actual de las mujeres en altos cargos de los ejércitos.

“El Ministerio de Defensa creo que ha sido bastante ejemplar en la integración de la mujer”, ya que no se inició el proceso “como una imposición política o una necesidad social”, sino que “se supo acoger y fue un cambio radical con una buena predisposición”.

“Una vez conseguida lo que podemos denominar una igualdad formal, luego hay que convertirlo en una realidad. Y eso es lo difícil, ese caminar, ir avanzando, esas personas que nunca habían trabajado con mujeres militares, cambiar su mentalidad, esas infraestructuras que no estaban preparadas para acogernos, eso era aparte de voluntad, también un importante gasto económico”, consideró.

“Las nuevas promociones, la gente joven que llega, se está formando con mujeres. Lo ven como una cosa totalmente normal. Y la mayoría de los mandos ya han tenido o jefes militares femeninas o han trabajado con ellas como compañeras”, recalcó.

Casada con un militar y madre de tres hijos, la capitán de corbeta señaló que “las Fuerzas Armadas han ido evolucionando". "En su día no había apenas medidas de conciliación, en cambio ahora sí se protege la unidad familiar, se facilitan medidas de conciliación para el cuidado de los hijos, hemos avanzado un montón”, comentó.

Eva Ara Montojo, durante el diálogo | Foto de Jorge Villa

OBSERVATORIO MILITAR

A este respecto, señaló que estuvo destinada en el Observatorio militar para la igualdad entre mujeres y hombres en las Fuerzas Armadas, “algo bastante novedoso y muy valorado a nivel internacional". Entre otras funciones, este órgano colegiado vela por "asegurar que se implementa esa igualdad efectiva y real entre todo su personal”.

Para ello, transpone toda la normativa que hay en la Administración General del Estado referente a políticas de igualdad y de conciliación a la especial idiosincrasia de las Fuerzas Armadas y también hay un servicio de consultoría en el que se reciben más de mil correos "con consultas sobre algunas situaciones delicadas". "En base a todo esto se realizan estudios y se propone normativa. O sea, el cambio también sale de dentro, de las situaciones que vivimos dentro”, agregó.

Además, en operaciones en el exterior “lo que se suele tener siempre es un asesor de género para hacer seguimiento e implementar lo que se llama la perspectiva de género” en los despliegues.

En esta línea, aseveró que en las operaciones en el ámbito internacional “ahí sí que se ha visto claramente que la mujer ha aportado capacidades nuevas”. Por ejemplo, dijo, si “estamos operando en áreas donde hay una determinada cultura, una determinada religión o unas tradiciones en las que no se permite, por ejemplo, a las mujeres civiles hablar con hombres en general”.

“Hoy en día en una operación militar es fundamental conocer el entorno civil. Los civiles no están aislados del conflicto, sino que son parte y además son los que muchas veces sufren las consecuencias del conflicto. Por lo tanto, necesitas estar cerca de esa población, necesitas comunicarte con ellos, tener información de sus necesidades y poder acceder a ellos. Y esto muchas veces se hace sólo con mujeres ya que a veces el hombre y, especialmente el hombre uniformado, les provoca miedo o desconfianza”, reflexionó.

“Ahí se ha visto que era un valor fundamental la mujer militar. A nivel táctico tener patrullas mixtas para poder realizar cacheos, interrogatorios, registros... En las mesas de negociaciones también se ha visto. Y luego es imprescindible tener intérpretes femeninos, tener personal médico femenino para acceder a ellas porque si no es imposible”, añadió.

Amanda García Oliva, durante el diálogo | Foto de Jorge Villa

EVACUACIÓN DE AFGANISTÁN

Un buen ejemplo del papel de la mujer militar lo describió la capitán enfermera Amanda García Oliva, madrileña que ha prestado servicios en la Unidad Militar de Emergencias (UME) y en otras unidades de los Ejércitos de Tierra y del Aire, interviniendo en siete misiones internacionales. Entre ellas, la operación de evacuación de colaboradores de España desde el aeropuerto de Kabul, ante la llegada de los talibanes, en agosto de 2021.

“Ahí se pudo ver que, a pesar de estar diferenciados en tres Ejércitos, a la hora de trabajar somos uno y trabajamos juntos. Se desarrolló la misión de un día para otro y además lo bonito, a pesar de la situación, era ver cómo todo lo que nosotros habíamos trabajado aquí en España, en maniobras militares, se sacó adelante de una manera rápida y efectiva”, destacó.

“En nuestro caso también se solicitaba que, en la mayoría de lo posible, la pareja de médico y enfermero fuera siempre mixta porque venían embarazadas y había que llegar a ellas”, explicó.

Para García Oliva, hay que “tener en cuenta que en estas culturas el hombre no tiene permitido el contacto con una mujer, pero es que además ellas mismas tampoco quieren que el hombre acceda a ellas, lo viven así desde que son niñas”.

La capitán enfermera señaló que su misión más reciente ha sido en Irak, y sostuvo que “de todas ellas hay algo interesante" y que ha aportado a su vida personal y profesional. "Desde mi primer Líbano, que fue mi primera misión, hasta ahora no sé si es por mi carácter militar, pero no ha cambiado mi manera de ver esta profesión y de plantearme el constante espíritu de ayudar y de ser un ejemplo”, defendió.

Como personal sanitario, contó que "por el hecho de ser una figura unitaria, que se va integrando en diferentes unidades" tuvo que vivir momentos "de soledad como mujer y no pasa nada”.

“Lo digo porque, a lo mejor, la mujer tiene un poco de miedo a enfrentarse a situaciones en la que es la única mujer que está durante varios días en un convoy militar. No pasa nada. Se hace, te integras totalmente porque es que tus compañeros están acostumbrados a trabajar con mujeres y no pasa absolutamente nada”, recalcó.

“MUY ORGULLOSOS"

El director de Desarrollo de Programas y Recursos Públicos de Fundación ONCE, Francisco Botía, calificó de “fantástico” conocer “de qué manera el Ejército ha conseguido normalizar el papel de la mujer, que esto se vea con naturalidad”. Y añadió la importancia de que se conozca “que tenemos unas Fuerzas Armadas de las que toda la sociedad se siente orgullosa”.

Por su parte, la directora ejecutiva del Cermi, Pilar Villarino, señaló que las personas con discapacidad también se quieren ver "reflejadas” en las Fuerzas Armadas. “Yo creo que vamos en buen camino para ello y que se vea claramente que cualquiera debería poder perseguir ese sueño, sin que haya barreras que se lo impidan, que es lo que nos suele suceder a las personas con discapacidad, particularmente a las mujeres con discapacidad”. “Al final las peores barreras son siempre las de actitud, las barreras mentales que son las más difíciles de superar”, apostilló.

Finalmente, Beatriz Rabadán, técnico sénior de la Dirección de Alianzas y Relaciones Internacionales de Fundación ONCE, subrayó “la necesidad de avanzar del "reconocimiento formal de los derechos a los hechos”, como ha sido en el caso de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas.