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El cardenal Omella se despide de la Conferencia Episcopal llamando a los obispos a la comunión

- Pide a los prelados proceder "con generosidad y resolución colegial" en la reforma de los seminarios

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente saliente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal Juan José Omella, llamó este lunes a los obispos españoles a la comunión entre ellos y al Papa en su discurso de despedida al frente del Episcopado, que este martes elige nuevo líder para los próximos cuatro años.

Así lo dijo en el discurso inaugural de la CXXIV Asamblea Plenaria de la CEE, que congregó en su sede en Madrid a los prelados españoles, y que Omella, también arzobispo de Barcelona, tituló 'Caminando unidos hacia la meta, cedo el testigo recibido'. Durante estos días, los obispos también elegirán nuevo vicepresidente así como los responsables y miembros de las diversas comisiones y subcomisiones temáticas del Episcopado.

En su texto, con un tono más eclesial que político y social como otros anteriores que ha pronunciado, el cardenal reiteró la necesidad de que los pastores españoles estén "siempre cum Petro et sub Petro" , en referencia a la fidelidad que todo católico debe rendir al papa, en este caso Francisco, contra quien se han levantado algunas voces tras el texto que publicó sobre las bendiciones a las uniones "irregulares".

"La Conferencia episcopal está y quiere estar con el pastor que es el Papa, lo recalco para que nadie lo dude", improvisó, y destacó la diversidad de "carismas" de los obispos españoles y el "absoluto desprendimiento" de "los propios intereses y estrategias".

Para hilvanar sus palabras, el presidente de la CEE comentó varios planteamientos que hizo en el año 2000 sobre la labor de los pastores de la Iglesia el papa Juan Pablo II en la exhortación apostólica 'Pastores gregis' titulada 'El obispo, servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo".

A esa llamada a la comunión, Omella agregó que los obispos han sido "particularmente llamados por Cristo a ser portadores de esa esperanza" y a la sanación en un mundo “herido”, que sufre "ante la violencia, la polarización y la desigualdad".

Si se interpretan estas palabras en línea de las características que debería tener el futuro presidente de la CEE, otros apartados del discurso ahondaron en que los obispos han de ser "pastores y verdaderos padres", que han de "reunir la familia de los fieles y fomentar en ella la caridad y la comunión fraterna". "Aunque se trate de una misión ardua y difícil, nadie debe desalentarse", precisó, invitándoles también a transmitir la esperanza y a fomentar la "colegialidad" y la "hermandad". "La misión le corresponde a Dios", prosiguió, pues los obispos son meros "colaboradores", apuntó.

SEMINARIOS

Durante su intervención, Omella también hizo referencia a que en su misión "de servicio a las iglesias que peregrinan en España" no se oculta "la gravedad de la hora presente de proceder con generosidad y resolución colegial" a la reforma de los seminarios. "La calidad humana, evangélica y pastoral de nuestros presbíteros marcará la guía", indicó, de cara a la reforma de estos centros formativos que ha encomendado el Papa a los obispos españoles.

Según indicó, la CEE no debe ser "una sede intermedia" entre el Papa y los obispos, sino un órgano colegial que procure compensar la pobreza de otras diócesis, tanto material como de vocaciones.

En sus últimos párrafos, el cardenal también calificó de "bella etapa" los años que ha estado al frente de la CEE, que arrancaron en marzo de 2020 con la irrupción de la pandemia. También pidió a la Plenaria que disculpen sus "errores" y sigan "avanzando unidos en el camino que lleva a la Pascua definitiva".

"Ruego a Dios que los trabajos de estos días nos ayuden a vivir estrechamente la comunión; y que nos permitan seguir anunciando la Buena Nueva con esperanza, humildad, valentía y alegría", zanjó tras una cita final a Benedicto XVI.

NUNCIATURA

En nombre del nuncio apostólico en España, intervino a continuación el consejero de nunciatura Roman Walczak, que agradeció "el gesto de renovación de comunión" que los obispos españoles hicieron llegar al Papa.

Asimismo, la nunciatura agradeció la "diligencia" de Omella en sus servicios a la CEE, de quien considera que ha tenido una "digna presidencia" y mostró su deseo porque "las deliberaciones sean fructíferas para el bien de la Iglesia que peregrina en España".

Walczak, de origen polaco, también se refirió a su compatriota Juan Pablo II, y repasó los países en los que ha estado ayudando en distintas nunciaturas: Liberia, Portugal, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Portugal, Sudáfrica, Italia "y ahora la hermosa pero exigente España". "Beso espiritualmente esta tierra para servir y ayudar a la Iglesia y a los pastores de de esta tierra", dijo citando al papa polaco.

A la entrada de la sede de la CEE se personaron varias representantes de asociaciones de víctimas de abusos en el seno de la Iglesia, que reclamaron "verdad, justicia y reparación", según dijeron a Servimedia, para quienes han sufrido esta lacra y que la nueva cúpula del Episcopado los reciba. "Esperamos que el nuevo presidente no sea retrógrado" con los abusos, zanjaron lamentando que sólo el obispo de Bilbao, Joseba Segura, se paró a saludarlos y, según sus palabras, le mostraron su apoyo.

(SERVIMEDIA)
04 Mar 2024
AHP/pai