Además de pedir por su eterno descanso, el cardenal Omella recordó sus escritos teológicos y “su profundo amor a la Iglesia”. De hecho, destacó que “quedará para siempre en nuestro corazón su cercanía con la Iglesia que peregrina en España. Además de canonizar y beatificar a un buen número de hijos de la Iglesia que peregrina en España, proclamó el doctorado de San Juan de Ávila y en tres ocasiones vino a España”.

El cardenal Omella también rememoró los viajes realizados por Benedicto XVI a España. En 2005 visitó Valencia para celebrar el encuentro mundial de las familias y en 2010 viajó como peregrino a Santiago de Compostela dentro del Año Santo y, en el mismo año, a Barcelona para la abrir al culto el Templo de la Sagrada Familia.

En 2011 viajó a Madrid para celebrar la jornada mundial de la juventud con más de un millón de jóvenes venidos de todo el mundo.