El secretario general de Cáritas Diocesana, Jaime arrigós, coincidió con Manuel Borrero en que mendigar en la ciudad hispalense hoy en día es "hacer negocio".

Garrigós y Borrero manifestaron que en estos momentos los mendigos que ejercen en la ciudad hispalense disponen de los suficientes servicios asistenciales como para tener comida, cama y ducha, sin necesidad de pedir limosna.

Las palabras de ambos muestran la realidad de Sevilla, una de las ciudades españolas con mayor número de mendigos, en la que es frecuente ver a familias enteras durmiedo en la calle.

Según Manuel Borrero, los propios sevillanos son los causantes de que haya tantos mendigos en la ciudad, porque al dar limosnas fomentan la práctica de la mendicidad.

El subdirector general del IASS pidió a los mendigos sevillanos que se dirijan a los centros asistenciales de la Junta de Andalucía para recibir donativos y eviten el pedir por las calles de la capital andaluza.

Por su parte, el secretario general de Cáritas Diocesana manifestó que el principal problema de la cidad son los mendigos que acuden a ella desde otras ciudades para hacer su "agosto".

Jaime Garrigós dijo que las autoridades no deberían permitirlo y propuso que les devuelvan a su ciudad de origen.

Tanto Cáritas Diocesana como el IASS temen que el año próximo la población indigente de Sevilla aumente debido a la gran cantidad de visitantes que acudirán a la Expo-92.