El informe fue dado a conocer este martes, antes de que la 28ª Cumbre del Clima -conocida como COP28- comience este jueves en Dubái (Emiratos Árabes unidos).

Las emisiones directas de CO2 de estas empresas alcanzaron el año pasado un 40% del total de emisiones de España, equiparables al volumen emitido por Bélgica.

"Estamos ante una crisis climática sin precedentes, y los esfuerzos de las grandes empresas españolas para descarbonizar y alinearse con la lucha contra el cambio climático resultan muy insuficientes. El panorama general plantea interrogantes sobre el compromiso climático de muchas de ellas", según Miguel Alba, responsable de desigualdad y sector privado de Oxfam Intermón.

El informe señala que, a este ritmo, las empresas analizadas lograrían la descarbonización completa en 2090, dentro de 67 años.

DOS INDICADORES

El análisis se basa en dos indicadores cruciales: las emisiones generadas por la actividad de las empresas y la alineación de sus operaciones con la adaptación y mitigación del cambio climático.

Las 50 grandes empresas analizadas solo han reducido un 4% sus emisiones totales en el último año, con notables disparidades. Mientras las petroleras lideran con una disminución del 15% en emisiones directas, las de electricidad y gas registran un aumento del 8,7%.

En términos de contribución a la lucha contra el cambio climático, solo un 12% del negocio de estas empresas tiene un impacto sustancial en la mitigación y adaptación al cambio climático. Una de cada cuatro grandes empresas hace un esfuerzo significativo por alinear su actividad con la lucha contra la crisis climática al destinar un tercio de su inversión. En contraste, el 53% no ha implementado cambios significativos en sus modelos de negocio para abordar la emergencia climática.

“Es también una realidad que la crisis climática tiene efectos más devastadores sobre las personas y países más pobres. Quienes menos contribuyen al cambio climático son quienes más están sufriendo sus efectos en forma de inundaciones, sequías o huracanes, cuyos efectos generan pobreza y desigualdad en las comunidades más desfavorecidas. También en España” concluyó Alba.