“Ahora es el momento de que el Senado actúe y priorice medidas que pongan por delante el medio ambiente, la salud de la población y la de las futuras generaciones”, sentenciaron en un comunicado en el que consideraron que, a una semana del próximo pleno de la Cámara Alta, los grupos políticos “tienen la oportunidad de pactar a favor del interés de la ciudadanía y en pro de una economía más justa acorde con los límites planetarios”.

Tras puntualizar que, una vez las enmiendas se aprueben en el Senado, la Ley de Residuos volverá al Congreso de los Diputados para su trámite final, calificaron de “crucial” el momento actual para “conseguir unos objetivos efectivos que protejan el medio ambiente y a la sociedad” con la aprobación de una ley “a la altura de la crisis ecosocial”.

A este respecto, estimaron “irrenunciable” que la futura norma incorpore objetivos “más ambiciosos de prevención de residuos”, entre los que citaron la reducción del 20% en el 2025 y el 30% en el 2030 respecto a los generados en 2010. Para ello, urgieron a establecer metas específicas como la reducción del 50% de los envases de un solo uso para 2025 y de un 80% para 2030; la disminución de los productos sanitarios menstruales, pañales y toallitas húmedas de un solo uso en un 30% para 2025 y en un 60% para 2030 o la fijación de la ‘fracción resto’, los residuos restantes después de separar los residuos reciclables, en un máximo de 100 kilos anuales por persona para 2035.

PROTECCIÓN DE LA SALUD

En paralelo, reclamaron que se garantice la protección de la salud de las personas, recordando que, actualmente, “muchos” envases de uso alimentario tienen presencia de sustancias tóxicas capaces de causar alteraciones hormonales. Por ello, urgieron a prohibir, a partir del 1 de enero de 2023, la utilización de ftalatos y de los bisfenoles A, S, F, B y AF en envases y exigieron la recogida de al menos un 75% de la fracción orgánica de los residuos domésticos antes de 2025 y establecer un máximo de impropios (residuos no orgánicos), de un 5%.

Junto a ello, defendieron que la ley debe prohibir el uso de anillas de plástico de usar y tirar para la distribución agrupada de varios envases así como la suelta “masiva” de globos, que “provocan muertes por asfixia e inanición en la fauna”.

Finalmente, subrayaron que los productores deben “asumir” todos los costes asociados al tratamiento de los residuos que generan, incluyendo su recogida de vías públicas, zonas verdes y entornos naturales, como playas y medio marino. Además, defendieron la necesidad de aplicar la responsabilidad ampliada del productor a sectores que aún no asumen coste alguno de la gestión de los residuos que producen, como el textil o el de los productos de higiene íntima, entre otros.