En un análisis sobre los resultados electorales del 9-M publicado por la Fundación FAES y recogido por Servimedia, Del Castillo sostiene que el "fracaso" de Mariano Rajoy en las urnas se debió a que inició demasiado tarde la búsqueda del voto moderado.

Explica que, en el último año de la legislatura, "el PP situó de manera indiscutible el foco de sus argumentos en la prosperidad y el futuro bienestar de la sociedad española, con el fin de captar votos "por las entonces incipientes dificultades en la situación económica".

"Electoralmente, se trataba ya con urgencia de ampliar sus apoyos en el centro del espectro político, lo que implicaba atraer a votantes moderados del PSOE. La campaña electoral estuvo claramente orientada en esa dirección, pero los resultados electorales muestran que, aunque era una estrategia adecuada, llegaba demasiado tarde", aduce.

A su juicio, esta es una de las cosas que debe "valorar" el líder del Partido Popular junto a "las razones de la fuga" de votos a Unión, Progreso y Democracia (UPyD).

Del Castillo advierte de que el PP "ha salido más perjudicado que el PSOE" por la nueva formación política encabezada por la ex socialista Rosa Díez y vaticina que "puede plantearle más problemas en el futuro" cuando, por ejemplo, lleguen los comicios europeos de 2009.

Según sus cálculos, los votantes del Partido Popular son "la principal fuente del voto" de UPyD puesto que "casi la mitad" de los sufragios obtenidos el 9-M llegaron en Madrid, sobre todo en municipios como Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Tres Cantos.

Del Castillo, que fue directora del Centro de Investigaciones Sociológicas en la primera legislatura de Aznar, manifiesta que otros de los errores electorales cometidos por el PP fueron "no acertar con la adaptación a un lenguaje más publicitario" en los spots de televisión y no aprovechar mejor los debates electorales con Zapatero.

Finalmente, recomienda a Rajoy que se preste a lo largo de esta legislatura a debatir con Zapatero en televisión "con un formato flexible, con público y con la posibilidad de hacer preguntas en directo" por parte de los espectadores.

Del Castillo apunta que cuando la política se comunica "de manera fresca, creativa, con un lenguaje directo, sin corsés y limitaciones castrantes" se atrae el interés ciudadano pero recalca que, para ello, "es imprescindible la convicción" por parte de los dirigentes políticos de que este tipo de instrumentos resultan útiles para la interlocución con la sociedad.